┃E P Í L O G O┃

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Han pasado dos semanas desde que desperté

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Han pasado dos semanas desde que desperté.

Mis amigos no tardaron en enterarse que me iría de la legión, así que me venían a visitar diario para al menos, aprovechar nuestros últimos días juntos.

Hanji pidió que me quedara unos días mientras me recuperaba y que apenas tuviera fuerzas, me dedicaría a acomodar todo para irme.

En cuanto a Levi... él no me ha hablado desde aquel día, ni siquiera me lo he topado en estos días que me ocupaba en guardar todas mis cosas para llevarlas.

Suspiré mientras dejaba mi chaqueta de la legión en la cama, junto a mi capa.

Tocaron la puerta, después de decir «pase» entró Hanji con una carpeta.

—Hola —saludó con una sonrisa, le devolví el gesto— te traigo algo...

Me extendió el objeto que traía en sus manos y lo tomé algo confundida.

Lo abrí encontrándome con algo que me confundía aún más.

—Es tu constancia, falta la firma de Levi —la miré todavía más extrañada— sin eso no podrás ingresar allá.

—Sigo sin entender tu plan —confesé.

—Pídele que lo firme —suspiré.

—Hanji, no me quiere ver ni en pintura.

—No te quiere ver porque ya no te puede mentir —sobé mis sienes— todos tus papeles los tuve que ver yo porque él no tenía tiempo ¿crees que es coincidencia?

Me detuve a pensar unos segundos, tratándole de buscar lógica a lo que decía.

Pero tampoco me quería ilusionar.

—¿Piensas que cambiará de opinión si yo le pido que firme los papeles? ¿No crees que se lo estoy poniendo más fácil?

—Sabe que es su última oportunidad de retractarse —suspiré— ambas sabemos que se quieren.

Sonreí con tan solo pensar en la idea.

—Supongo que una última oportunidad no hace daño.

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—Adelante.

Sentí un escalofrío al escuchar su voz una vez más. Respiré profundo y entré.

—Capitán, le faltó firmar uno de los papeles.

—Dile a Hanji que venga a pedírmelo.

—Ella me mandó.

Nos quedamos en un silencio casi eterno, extendió su mano para que le pase la carpeta.

—¿En serio todo terminará así?

Sin decir nada se puso de pie mientras trataba de evitar mi mirada.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora