7¦¦ 𝑺𝒕𝒐𝒉𝒆𝒔𝒔 ⁽ᴾᵃʳᵗᵉ ᴵ⁾

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Llevábamos un largo trayecto desde el cuartel para ir al Distrito de Stohess

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Llevábamos un largo trayecto desde el cuartel para ir al Distrito de Stohess.

Levi, Jean -quien fingía ser Eren- y yo íbamos en la carroza detrás de la que se encontraban Erwin y otros cargos de importantes.

Por evidentes razones, Jean se había dado cuenta que ya pertenecía al escuadrón de Levi.

Miraba la ventana, intentando dejar de pensar en la incomoda situación y dejar de preocuparme de más por mis amigos.

Eren, Mikasa, Armin.

Me había alejado de ellos en la misión, dijeron que era mejor que esté en la carroza junto a Jean, haciendo más convincente que era el "chico titán".

Sería muy sospechoso que Eren estuviera solo y sin alguien de confiar, ¿no?

La lógica era muy buena, pero aún así, no me gustaba la idea de estar lejos de mis amigos.

Que estuvieran lejos de mi vista, sin saber si corrían peligro o no.

Sin protegerlos.

Pero era necesario. Solo sería esta ocasión, eso me había prometido a mí misma.

—Sigo sin poder creerlo —comentó el castaño después de minutos de silencio.

—Ya dije que lo siento —le respondí, sintiendo las miradas de mis acompañantes. Una más intensa que la otra.

Volvió a invadir el silencio, haciendo que únicamente se escucharan las llantas del transporte que nos llevaba.

—¿Cuándo planeabas decirnos?, ¿Qué no nos tienes confianza? —volvió a interrogar Jean.

Crucé mis brazos, bajando la cabeza y apoyándome en el respaldo del asiento, tratando de ignorar la tensión que había.

Llevé mis manos hacia mi cabello, asegurándome que está bien ajustado en mi cabeza y que ningún mechón se encontrara fuera de su lugar.

No quería accidentes con el equipo de maniobras.

—¿Ni siquiera Reiner sabe de esto? —negué con mi cabeza, sin despegar mi mirada del suelo.

» —¡Vamos Silvia! —insistía una y otra vez Sasha.

—Es en serio, chicos —contesté ya cansada.

¡Por favor! Es día libre, y no tomará mucho una ida a divertirnos en algún pueblo. Regresaremos en la tarde.

—Connie, de verdad tengo cosas que hacer, ustedes vayan, estaré bien —cuando dije lo último, la mesa se quedó en silencio. Suspiré mentalmente, pues no pidieron explicaciones.

¿Cómo por ejemplo...?

Desvíe mi mirada para observar quién era la persona que quería ahorcar en esos momentos.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora