d i e c i s é i s

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[🌃]

Miércoles.

El miércoles fue el peor día de todos, Hoseok simplemente se negó a salir de su casa, para ser mas exactos se negó a si mismo a salir de su cama.

Mientras que a muchas calles a lo lejos, estaba un pequeño pelinegro que sentía ser odiado por todo lo que lo rodea, recién ayer había pasado el peor día de su vida, después de ser rechazado indirectamente por el que sabía era el amor de su vida, había recibido la mayor golpiza que le habían dado en los últimos meses, el culpable era el esposo de su tía, quién  simplemente lo hizo sin razón, pero eso no logro impedir que justo ahora tuviera una prueba de física para la cual no estudio y por si eso fuera poco ahora tenía los pies empapados, la lluvia no se había hecho esperar.

Las gotas de lluvia golpeaban sin cuidado su rostro, lastimando poco a poco, aquellos moretones, quería que alguien le diera un abrazo, lo llenará de besitos y amor, pero esa persona nisiquiera había venido a la escuela hoy. 

Min caminaba por el patio de la escuela, con sus audífonos puestos con música a lo más alto que su celular le permitía escucharla, sentía la mirada de todos hacia el, sabía que todos lo juzgaban y como si no fuera poco Jungkook tampoco llegó ese día.

Simplemente el gorro de su chamarra y el pequeño retoque de maquillaje de hace un rato no le habían ayudado en nada, sus ojos ardían y Yoongi no sabía exactamente si eran los moretones, el sueño que tenía ó la gran ola de lágrimas que venía rápidamente.

Min se paró frente a la puerta de su aula con todos mirándolo raro de nuevo, solo que esta vez lo noto más, por qué todos lo veían con fastidio y poca confianza, si tan solo supieran toda la mierda por la que estaba pasando.

Sus ojos felinos pasaron a un lugar exactamente dónde estaba Park Jimin quien lo miro con una mezcla de odio, rabia y lástima.

Se sintió tan miserable estaba viviendo en el peor de todos los infiernos, estaba completamente solo, había hecho tan mal todo.

Ahora lo pensaba bien, y lo mejor era solo terminar con Hoseok, no buscarlo más, esa no era la solución de todos sus problemas, pero le quitaba mucho peso de encima.

Honestamente, no podía ni mirarse a si mismo sin darse tristeza, estaba tan dolido, el simplemente había sido sincero con lo que quería, y había terminado lastimando a una pobre chica y a sí mismo, y pensándolo mejor había lastimado a dos chicas, aún no había visto a Haneul, ni la había llamado, ¿Y si la pequeña morena simplemente le dijo?, Estaba seguro que de Haneul explotaría, lo golpearía y le gritaría, aún que no estaba completamente seguro de que Sara no hiciera lo mismo, el simple hecho de tener a una chica más lastimada y llorando, como seguramente estaba la pequeña morena lo hacía miserable totalmente, por qué Yoongi no la había visto hoy, seguramente estaba en su casa llorando por qué su novio de años le había fallado.

Cuando la pequeña hoja de papel llegó a sus manos, sus manos temblaban por el frío, pero eso no era nada comparado con lo apachurrado que estaba su corazón.

El examen parecía estar escrito en otro idioma, no entendía nada, solo logró poner su nombre y dar gracias al cielo de que las preguntas de su prueba no eran abiertas, si no de opción múltiple, así que decidió solo responder aleatoria mente, por lo menos debía tener suerte en una, ó tal vez no.

Cuando comenzó la hora de el almuerzo Yoongi corrió al baño para tomar la pequeña crema que su primo le había dado para la hinchazón de su rostro, la coloco con cuidado, gruñendo cada vez que tocaba de más.

La puerta de el baño sonó, pero Yoongi la ignoro hasta que una cabellera gris se colocó a un lado a él, era el mismo chico que siempre lo miraba con disgusto.

—Ey, Yoongi, ¿Estás bien? — pregunto con algo de lastima de es voz.

—Lo estoy— contesto y lo miro nuevamente con esa expresión seria, y tapo él tuvo de pomada, estaba apunto de irse pero el pequeño y apuesto amigo de Hoseok aún no había terminado.

—Escucha, sé que no tenemos relación alguna, pero si necesitas algo puedes decirme, tal vez pueda ayudarte. — Jimin no lo miraba, solo hablaba agachado.

—No lo necesito, gracias—

—Lo necesitas, sabes?, Tengo hermanos y si alguno de ellos pasará por algo como lo que tú estás pasando me gustaría que alguien les ofreciera ayuda—

—No lo necesito— se negó alzando su cabeza con todo el orgullo que tenía y mirando por encima a él amable chico.

—Yoongi escucha, te considero una buena persona, solo entiéndeme ¿Quieres?, Tengo dos mejores amigos y obviamente no quiero que nada malo les pase, menos cuando sé que se aman—

El pálido chico sintió esas palabras profundo, sus ojos picaban otra vez.

—No pasará de nuevo, no debes preocuparte por mí molesta existencia para tus dos mejores amigos— se limitó a decir el más alto, con un noto sarcástico.

—Yoongi, ¿Hoseok te lo hizo?— pregunto el de labios carnosos en un tono serio.

—No, pero no te importa, no necesito de tú lastima Park, no necesito de tú ayuda tampoco, ni de tus amigos—

De ese pequeño baño de chicos, salió un roto Min Yoongi, las palabras de ese pequeño chico lo habían hecho sentir tan miserable, había llegado tan lejos como para destruir un círculo entero de personas solo por amar a una de ellas.

Camino a su casa dispuesto a encerrarse allí el resto de la semana, volviendo a ignorar las preguntas de su primo, volviendo a llorar y dormir como el día anterior su corazón no volvía a su tamaño normal, y su mente no dejaba de pensar en todas las consecuencias de amar a la persona equivocada, ó tal vez era la persona adecuada en el peor momento de todos.

Como fuera, pero ahora no podía volver a tener cerca a ese bonito chico y a ese rico olor suyo cerca, por qué si Yoongi era honesto Hoseok tenía un aroma como el de ninguna otra persona, olía más a humano que el resto de nosotros.

El amor era una mierda, si eres egoísta.



secreto ; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora