TAO TÊ CHING

I

   El Camino verdaderamente Camino no es un camino constante.
   Los Términos verdaderamente Términos no son términos constantes.
   El término No-ser indica el inicio del cielo y de la tierra; el término Ser indica la madre de las diez mil cosas.
   Y así, gracias al constante alternarse del No-ser y del Ser, se verán el prodigio de uno y los límites de otro.
   Estos dos, aunque tengan un origen común, se designan con términos distintos.
   Yo llamo a lo que éstos tienen en común el Misterio, el Misterio Supremo, la puerta de todos los prodigios.

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   "Camino" traduce el término Tao. La característica de un camino común es de ser inmutable, constante, permanente. Pero este Camino es el perpetuo cambio. El Ser y No-ser, la vida y la muerte se alternan constantemente. El alternarse del No-ser y del Ser es la naturaleza misma del Camino.
   Los "términos" (los "nombres") valen para definir, para fijar definitivamente el sentido de una noción.
   Los confucionistas mantenían que, en un mundo estático, el contenido de una noción se fija de una vez para siempre con un determinado término. Los taoístas, por el contrario, defendían que en un mundo sin permanencia, en continuo cambio, el contenido de las nociones no es ni constante ni permanente. Los términos justos son los que expresan esta constante inconstancia.
   Lo que el Ser y el No-ser tienen en común es el Camino, que se llama un " misterio impenetrable".