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   El cielo y la tierra son inhumanos; tratan a los diez mil seres como a perros de paja (para el sacrificio).
   Los Santos son inhumanos; tratan al pueblo como a perros de paja.
   ¡Cuánto se parece el espacio entre el cielo y la tierra a un fuelle de fragua! Vacío, no se agota; cuanto más se mueve, más sale de él.
   Una determinada cantidad de palabras se agota pronto. Es mejor quedarse en el (justo) medio.

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   La cualidad moral "humanidad" no es inherente "al cielo y a la tierra", o sea, a la naturaleza. Ésta trata cada cosa y cada ser con indiferencia total y deja que cada uno cumpla con su misión en el conjunto.

Perros de paja: " Antes de disponer los perros hechos de paja en su posición para el sacrificio, se los coloca en una cesta envueltos en telas bordadas. El que personifica al muerto y los que invocan se preparan con el ayuno a quemarlos (y a ofrecerlos). Pero, una vez depositados (para el sacrificio), los que pasan delante les dan patadas en la cabeza y en la espalda, y los que buscan leña seca se los llevan y los utilizan como combustible." (Chuang-tzu, XIV, 4).

TAO TÊ CHINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora