Todos acuden hacia el que posee la gran imagen. Los que acuden no sufren daño alguno, sino que se quedan en paz y unión (con el cielo y con la tierra).
La música y las seducciones hacen que el caminante se detenga. Pero ¡qué insípidas y sin sabor son las palabras que se dicen del Camino! Si se le mira, no vale la pena verlo; si se le escucha, no vale la pena oírlo. Pero, si se le utiliza, no puede agotarse nunca.
ESTÁS LEYENDO
TAO TÊ CHING
EspiritualEste libro escrito en el siglo VI a.C. por el legendario Lao- tze es el libro fundador de la religión y de la escuela filosófica taoísta. El Tao-tê-ching nos introduce en las categorías sin las que no se podría entender una parte de la antigua civil...