XXXV

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   Todos acuden hacia el que posee la gran imagen. Los que acuden no sufren daño alguno, sino que se quedan en paz y unión (con el cielo y con la tierra).
   La música y las seducciones hacen que el caminante se detenga. Pero ¡qué insípidas y sin sabor son las palabras que se dicen del Camino! Si se le mira, no vale la pena verlo; si se le escucha, no vale la pena oírlo. Pero, si se le utiliza, no puede agotarse nunca.

TAO TÊ CHINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora