LXIX

8 0 0
                                    

   Un estratega de la antigüedad ha dicho:
   «No me atrevo a hacer de anfitrión, prefiero hacer de huésped. No me atrevo a avanzar un dedo, prefiero retroceder un pie.»
   Esto es lo que se llama: «Caminar sin que haya un camino, remangarse sin tener brazos, desenvainar la espada sin tener la espada, pegar sin que haya un enemigo.»
   No hay mayor desgracia que despreciar al enemigo. Si yo desprecio a mi enemigo, arriesgo con perder mis tesoros. Pues, cuando se cruzan las armas enemigas, vence el que cede.

————

   El anfitrión es el que toma la iniciativa; el huésped espera. Por esto, en términos militares, el primero toma la iniciativa y el otro se mantiene a la defensiva. Esta actitud pasiva se presenta de forma negativa, usando eficazmente términos militares.

TAO TÊ CHINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora