LXXVI

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   El hombre, al nacer, es blando y débil; cuando muere, es duro y rígido (fuerte).
   Los diez mil seres, plantas y árboles, durante la vida son tiernos y frágiles; cuando mueren, están secos y consumidos. Pues lo que es duro y rígido (fuerte) es siervo de la muerte; lo que es blando y débil es siervo de la vida.
   Por esta razón, si un arma es demasiado rígida (fuerte) es destruida; si un árbol es demasiado rígido (fuerte) se rompe.
   Lo que es duro y rígido se pone abajo; lo que es blando y débil se pone arriba.

TAO TÊ CHINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora