Si no se encumbra a los honores de talento, se consigue que el pueblo no luche.
Si no se valoran los bienes difíciles de conseguir, se consigue que el pueblo no robe.
Si no se muestra lo que se podría anhelar, se consigue que el corazón del pueblo no se turbe.
Por eso el Santo, en su tarea de gobierno, vacía la mente (de los hombres) y llena su estómago, debilita su voluntad y robustece sus huesos, y así consigue que el pueblo sea siempre ignorante y sin deseos, y que los que saben no se atrevan a actuar. Él practica el No-actuar, y en ese caso no hay nada que no éste bien gobernado.
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Los "honores" son causa de ambición; la riqueza, de codicia: ambas pasiones exigen esfuerzos y actividades que no se armonizan con el Camino. En su aplicación política el taoísmo es anticultural.
El término "Santo" designa al hombre sabio y perfecto, que comprende el Camino y lo sigue.
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TAO TÊ CHING
SpiritualEste libro escrito en el siglo VI a.C. por el legendario Lao- tze es el libro fundador de la religión y de la escuela filosófica taoísta. El Tao-tê-ching nos introduce en las categorías sin las que no se podría entender una parte de la antigua civil...
