No se está de pie de puntillas.
No se camina a grandes zancadas.
Si uno se exhibe, no destaca.
Si uno hace ostentación de sí, no brilla.
Si uno se vanagloria, no se convierte en jefe.
De esta actitud en relación con el Camino se puede decir: "Comer mucho y repetir acciones hasta la náusea ciertamente repugna a (todos) los seres".
Por esto el que posee el Camino no se ocupa de ello.
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Todo exceso es nocivo, por eso el sabio es humilde y discreto.
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TAO TÊ CHING
EspiritualEste libro escrito en el siglo VI a.C. por el legendario Lao- tze es el libro fundador de la religión y de la escuela filosófica taoísta. El Tao-tê-ching nos introduce en las categorías sin las que no se podría entender una parte de la antigua civil...
