SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKook

|025| Amargos Part. 2

PD: Admito con el corazón en la mano que este uno de esos capitulo más complicado en escribir. Es muy interesante como doloroso, pero es necesario para el desarrollo de la historia. Lo escribo no para generar una polémica con el personaje -porque realmente lo amo y no saben cuanto-, pero como dije, repito, es necesario para la trama.

Espero que sepan entender.

 

Un grupo de chicos se agruparon en el baño simulando utilizar los urinarios, pero lo cierto era que, estaban allí dispuesto a ser espectadores de nuestra 'desvergonzada escena' sin ocultar para nada su 'disimuladas' miradas curiosas encima de nosotros.

En efecto, decidimos ignorarlos. Mi cuerpo se sentía realmente cansado y mi cabeza duele a muerte, como para iniciar una ridícula discusión con terceros.

Debía enfrentar todo, antes que las cosas empeoraran. Al fin y al cabo, son necesarias. Si no enfrentaba esta recreada etapa de mi vida, viviría por el resto de mis días con la carga inmensa de culpabilidad e inquietud. Si no enfrentaba las cosas con la frente en alto me vería como una hábil cobarde y mentirosa.

Me di la vuelta hacia la papelera parpadeando más de una vez para desplazar las lagrimás. Arrojé el vaso con café ya frió y lo encaré con pesadez. Avance lentamente hacia él, fijando mi mirada sobre la suya de manera acechadora.

—Carly, te hice una pregunta —dijo seriamente, cruzándose entre brazos.

—Y ya te escuche.

—¿Por ello se debió aquellas disculpas?

Su ingenuidad golpeo mi columna con un frio inaguantable, provocando que me sacudiera horriblemente. ¿Por qué ahora me siento tan miserable, tan culpable?

—No —dije tan seca.

Decidí que merece saber la verdad, pero el simple hecho de recordar lo que tanto había evitado para que esto no ocurriera, dolió en el pecho un par de segundos.

Observé su rostro en silencio por un momento, de nuevo. No reaccionó como pensé que lo haría, no hubo sorpresa ni malicia en él, a cambio, solo hubo una gesto. El gesto que demuestra que hace uno cuando confirma algo que temía. Abrí la boca con la clara intención de soltar todo, sin embargo, todas las palabras quedaron atoradas en mi garganta cuando oí el comentario "llévala a un psiquiatra y, te ahorras la palabrería" de parte de los chicos receptores en los urinarios.

JungKook giró la visión llena de odio como la chica del exorcista, lo que le produjo a los oyentes risa.

—¿Qué te parece si vamos hablarlo a otro lado? —sugirió sin quitar su fulminante mirado sobre los chicos burlándose.

Mi teléfono comenzó a timbrar. Pille la pantalla y cerré los ojos. Solté un largo y pesado suspiro de cansancio.

—No puedo.

Trague saliva y conteste la llamada viéndome lo más patética y cínica posible:

—¿Qué? —conteste sin amabilidad.

—¿Te falta mucho? Ya estoy en el aparcamiento —respondió Suga.

El pecho de JungKook se detuvo abruptamente, como si hubiese congelado su respiración y sin importarle que recién me aproxime a él con la intención de aclarar las cosas me miró con una sonrisa incrédula en sus labios y se apartó lentamente mientras asentía noqueado en sus pensamientos.