Definitivamente la vida se trataba de un balance.
Cogí mi poca pertenencia y me cubrí con ellas demasiado tensa. Él, al notar mi reacción trato de calmarme.
—Carly, las cosas no son como tú crees... eso es falso.
—¿Por qué Nath está diciendo eso? —repliqué enseguida.
—No lo sé. Quizás esta celoso porque estoy contigo y, quiere enredarlo todo —manoteo un tanto nervioso.
Como pude, por el incómodo espacio me coloque mi vestimenta.
—Tengo que hablar con él... —me limite en soltar.
De toqueteo en toqueteo a ciegas hasta encontrar la manilla de la puerta del auto logre salir, traté de llegar hacia el teléfono... pero él me detuvo tomándome de la cintura.
—Por favor... Carly. No lo hagas. Vas a complicarlo todo.
—¡Suéltame! —chillé con un nivel de estrés extremo—. ¡¿Complicar qué?!
—No, hasta que me escuches —me siguió hasta afuera del auto sin importarle no poseer nada de ropa encima.
—¡Por amor a Dios, Jeon! —me queje sin fuerzas, manotee al aire—. Adéntrate, estas desnudo.
—¡A la mierda con eso!
—¡A la mierda contigo!
Entro al auto con velocidad alcanzando una de sus prendas para colocársela. Alboroto su cabello desesperado y se giró para comprobar si mi presencia aun permanecía en su sitio. Sin embargo, en uno de sus descuidos vistiéndose me eche a correr torpemente y sin fuerzas fuera del aparcamiento, fuera de las instalaciones del club. Ni siquiera sabía a donde dirigirme, nunca supe donde vive Nathan, TaeHyung o, en dado caso Jhope. Lo que significaba una cosa..., refugiarme en mi tedioso hogar.
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Una gran cantidad de sentimientos encontrados acribillaban mi cabeza, completamente descontrolada, provocando que mi cuerpo temblara y se tensara a la vez. La sensación de los recuerdos que ayer vagaban en mi mente sin cesar. Claramente algo que no puedo borrar de la noche a la mañana.
Sacudí mi cabeza con bastante cuidado, pues esta aun dolía insistentemente por la cantidad de tragos que había ingerido anoche, acosté la cabeza del pupitre como la madera fuese a eliminar aquellas escenas de mi memoria. No obstante, lo único que obtenía al cerrar los ojos e intentar dormir solo viajaba a aquel momento. Y si los abría, era el doble de peor. Además, debía lidiar con Nathan cruzado de brazos y completamente distante, aplicándome la ley del hielo.
Me senté restaurando la postura, tomé del envase de agua que compre en la cafetería antes de entrar a la clase.
Tenía miedo.
Vergüenza.
Mi poca dignidad colapso contra el suelo.
Pero... ¿Por qué?
Miedo de volver a salir afectada y, sobre todo, miedo a volver a caer en su juego como lo hago reiteradas veces. Y a sabiendas de esas tonteras, sé que tarde o temprano me quedaría sola.
Trague saliva y cogí aire por la boca.
—Nath... —dije con un hilo de voz.
Me ignoro. Su mirada estaba fija y pensativa hacia el profesor, quien dictando unas ultimas lecciones para el cierre de semestre. Hacia crujir sus dedos mientras masticaba algo ficticio dentro de su boca.
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SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKook
FanfictionDos caras completamente idénticas, ideales totalmente distintas. Las mismísimos obras de Satanás, con cuerpos envidiables casi exagerados como su capacidad de nivel superior en el Instituto, llegando a un punto de ser ídolos de muchos y rivales de o...