|014| Que empiece la primera sesión

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La casa está en silencio, Drew en el trabajo, mamá salió a realizar las compras. Me quede dormida –que raro-, y no los escuche marcharse, solo deduje todo por la nota de mamá pegada en la refrigerador. Me di una larga ducha, sintiéndome un poco culpable por el placer que produce en mi cuerpo tener la casa para mi sola, hice un par de llamadas necesarias, a Suga y luego a Kate. Despues me prepare un café, introduje en la tostadora una rebanada de pan y cogí de nuevo el teléfono para chequear las redes sociales, sin embargo, no había nada divertido.

Recibí un mensaje en WhatsApp del numero no registrado de Jhope con un enlace, abrí el documento curiosa. Era una especie de plana del periódico nacional, reportando una repentina tragedia. La primera necrológica que mis ojos se toparon me dejó helada.


Benito Larsen, 25 años.

Joven universitario de la NEM.


No puede ser. Es imposible —se me agrandaron los ojos.


Acababa de verlo, bueno el día anterior, pero lo vi. Leí más del artículo, incrédula.


Benny Larsen, como fue mayormente conocido, joven ejerciendo en el Instituto

Universitario Superior de la NEM, fue hallado muerto dentro del auto, aparcado

en su casa. Después de alcanzar un nivel de la fama en las carreras, con tan solo

 23 años [...].


Devore rápidamente aquellas líneas; la idea de que el hombre con cual acabo de competir había muerto es casi inconcebible. Solo han transcurrido horas entre la competencia y la publicación de la nota.


[...] La prestigiosa familia Larsen, organizará la ceremonia en memoria del

 joven emprendedor. Tendrá como lugar en el auditorio NEM, en fecha que 

será anunciado oportunamente.


Busqué la causa de la muerte, pero no la mencionan. Desde luego que tiene como unos veintitrés años, y fuma como chimenea, y aunque aparentaba un estado de salud estable. ¿Había sido un ataque al corazón?


¿Lo provoque yo?, no creo. Hice una captura de pantalla de la fatal información y enseguida llame al número del castaño cómplice. Al parecer Suga tampoco se ha enterado del suceso.


—¡Nos meterán a la cárcel! —fue lo primero que chilló.

—Relaja la raja. No somos responsables de su muerte —digo seca.

—Quizás le produjiste un paro cardiaco al rayar la costosa pintura de su auto —recordó—, además ver tu cara, claro está, es escalofriante.


Miré el teléfono mal como si pudiera verme. Algunas veces es irritante, este preciso momento no es la excepción. Vamos a ignorar este comentario.

—¿Qué parte de que 'no somos responsables de su muerte' no entendiste?


—En la parte en la que atentamos en contra de un difunto. Me molestará por las noches en mi habitación buscando venganza, ya lo veo venir —contestó preocupado.

SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora