Instituto Universitario Aritnem, L.A.
Nuevas amistades.
Nuevas caras.
Nuevos dolores de cabeza.
Nuevas "mentalidades"
Nuevos chismes.
En fin, nuevos rumbos a todo dar.
Para ser sinceros ya llevo un aproximado de un mes en la universidad Aritnem que hasta ahora no ha sido resaltante, común como cualquier otro.
Y ahí estaba yo, en la diminuta cafetería vagabundeando, discutiendo las últimas tendencias e ideas –frecuentando para hacer un vínculo rápido que me salve de la zona del rechazo, por encima de todo—. Incluso no me molesto la idea de ser una persona rechazada por la sociedad, al contrario, me parece de una manera u otro, perspicaz, pero supe que las estrategias evaluativas de dicha institución son grupales, así que "Adiós soledad, nos vemos en casa".
Me revoló la idea de no poseer los mismos gustos que el resto, pero no por ello se debería de excluirme. Admito que tengo unos gustos extremadamente extraños para mi madura edad, obsesiones psicópatas con ídolos que están a un millón de metros de distancia.
¿Escuchaste eso?, fue mi corazón romperse.
De acuerdo, no.
Cruce los brazos, ofreciendo propina al mesero por su ardo servicio –mentira-. Mientras vagamente pensaba en las mil y un maneras de como callar a mi nuevas compañeras de clase, en mi mente las asocie con un par de loros en acción pero incluso, los pobres animales perdían batalla. Me digne a solo "escuchar y asentir", en realidad, más asentir que escuchar.
Odio las inauguraciones, bienvenidas, despedidas, y toda esa porquería que requería atención, multitud de personas y socialización.
Es un verdadero fastidio.
—¿Carly, estás escuchando? –Indago una de las tres chicas presentes.
Creo que... ¿Kelly?. No recuerdo su nombre, es de ser tacaña, o bueno eso dice mi mamá al no recordar el nombre de las personas. O, quizás debía de centrar la atención a lo que fuese su aburrida charla.
—Sí, si... si –Fingí obviedad en el asunto, casi al mismo tipo que mi desenfrenada cabeza accedía como demente.
Podría jurar que me verían similar que un muñeco de autos con cabeza saltarina.
—¿Entonces si aceptarías salir con ellos si te lo piden? –pregunto la morena. A ver si recuerdo este... Katherine, eh, no, Kate, Kate, creo—, podrían pisotearte en cuestión de segundos.
¿Eh?
Debo prestar más atención como lo pidió Suga. Le haré un poco de caso, la última vez, lo aseguro.
—Lo siento, chicas. Pero, creo que me perdí un poco de la historia...-bastante pasa ser concreta. Busque las palabras correctas para no aceptar con la idea de confesar que no le preste ni verga de atención—. ¿De qué hablan?... ¿Quiénes? ¿Cuándo y dónde? ¿Quién me pisoteara como mierda?
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SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKook
FanfictionDos caras completamente idénticas, ideales totalmente distintas. Las mismísimos obras de Satanás, con cuerpos envidiables casi exagerados como su capacidad de nivel superior en el Instituto, llegando a un punto de ser ídolos de muchos y rivales de o...