¿Habeis sentido alguna vez esas ganas terribles de matar a alguien?
Yo sí. Muchas veces, con muchas personas, aunque lamentablemente siempre se quedaba en eso: ganas.
Pues, ahora esas ganas rayaban el desespero.
¿Por qué?
Bien. ¿Os acordais el estúpido enfrentamiento ese que tengo con Didier? Sí, el Ken de tres al cuarto que se cree princesito, y que además está más bueno que comer chocolate con los dedos. Vale, él no ha encontrado mejor idea que dejarme encerrada en el cuarto del conserje veinte minutos antes de que comiencen las pruebas para entrar al equipo de porristas.
¿Qué hacía yo dentro de este cuarto? Cambiarme, me daba pereza caminar hasta los camerinos de chica, que se encontraban bastante alejados del patio donde se encontraban las canchas al aire libre.
No entiendo quién mierda pone unos camerinos a la otra punta de una cancha, pero bueno.
Suspiro, terminando de abotonar las agujetas de mi deportivas.
No sé si Didier es idiota, o la verdad sólo estaba de paso y encontró divertido dejarme encerrada aquí dentro, pero da igual.
Guardo el uniforme escolar dentro de mi bolso de deporte y lo dejo sobre un estante lleno de pinturas y cosas así, y camino con decisión a la puerta cerrada.
Tomo la copia de la llave maestra que saqué de la oficina de Louis, la introduzco y ya está, la puerta se abre.
La verdad que esas ganas de matar a Didier era algo exagerado, ya que siempre llevo conmigo la llave. Pero joder, lo que molesta es pensar en qué habría hecho si no la hubiese tenido. Y de verdad que me hace ilusión entrar al equipo de porristas, con faldita y todo.
Comienzo a correr ya que quedan diez minutos para que sea la hora acordada, y llego cuando faltan cinco.
Lara me mira al llegar pero sigue hablando con las demás porristas, las cuales están vestidas igual que yo: short de licra, una camiseta ligera y deportivas, además de una coleta en la cabeza.
Me giro a mirar al otro lado de la cancha donde Antoine dijo que estaría entrenando y ahí está, en definitiva.
Lo saludo con la mano alzada mientras él me guiña un ojo a lo lejos, sentado en el cesped escuchando al entrenador al igual que el resto.
Paseo la vista por los demás jugadores y no me sorprende ver a Demian mirándome.
Aparto la mirada cuando la entrenadora se acerca a las gradas, que es donde nos encontramos sentadas las postulantes, junto a Lara.
—¿Alguna de ustedes es asmática?— pregunta la entrenadora mirandonos a todas, giro la cabeza para ver a una chica alzar la mano.— Bien, fuera de aquí.
Vuelvo a mirarla, y ahora es Lara quien comienza a hablar sobre las reglas y esas cosas.
Desconecto de su voz y centro la mirada en el otro extremo, donde los chicos han comenzado a calentar y a quitarse las camisetas.
Observo, divertida, como algunas de mis compañeras se distraen con lo mismo que yo, ante lo que Lara bufa fastidiada.
—¿Nunca han visto un torso desnudo, niñas? Si no están enfocadas en esto será mejor que se marchen por donde vinieron.
La miro y ahora sí me enfoco en lo que dice.
—Tendrán que recrear la coreografía que Marie hará, las dos mejores entrarán al equipo y las demás, adiós.— dice, mirandome a mí con chulería.— Está demás decir que, si entran al equipo, no quiero ningún tipo de rivalidad entre las integrantes ¿no?
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St. Paul's School (Terminada)
RomanceHela Carvalho tenía una sola cosa en mente al aterrizar en Paris, Francia: Venganza. Iba a vengarse por todo el daño que su madre le causó a su fallecido padre, iba a hacer que su vida perfecta se fuera al carajo, igual que la suya. Con lo que no co...