St. Paul's School (Terminada)

Capítulo 37

–En el ajedrez el rey puede moverse un espacio por turno, pero la reina es libre de ir donde quiera–
Ava Max- Kings and Queens.

(...)

—¡Didier, ya basta!

No lo hace.

—Joder, imbécil, ¡detente!

Suelto otra carcajada cuando vuelve a atacar mi cuello con sus manos haciéndome cosquillas, trato inútilmente de hacer que se detenga pero ni siquiera puedo hablar.

—M-me meo —es el último intento que hago hasta que se detiene al fin.

Sigo riendo mirando al techo, mi pecho sube y baja a causa de las risotadas que he soltado.

—Imbécil.

Se queja cuando le doy un leve golpecito en su hombro como si realmente le hubiese dolido, mentiroso. Se tumba junto a mí en el piso de su habitación con pose despreocupada, un brazo bajo su cabeza y la cara girada hacia la mía.

Continúo mirando el techo sonriente y giro la cabeza para verlo al notar su insistente mirada puesta en mí.

—¿Qué?

Niega con la cabeza sin dejar de sonreir y alarga la mano para apartar un mechón rosado de mi frente. Lo observo en todo momento a los ojos. No retira la mano una vez hecho el gesto sino que la deja descansar en la curvatura de mi quijada.

—Eres preciosa.

Mi estómago decide que ese es un buen momento para agitarse incómodo.

—Dime algo que no sepa.

Le sonrío engreída.

Didier no sonríe, sino que me observa atentamente.

—Me encantas, Hela Carvalho.

Me aparto de él de inmediato en cuanto las palabras salen de su boca y me pongo de pie como un resorte.

Él también se incorpora mirándome con atención. Acomodo mi cabello detrás de mis orejas y arreglo la blusa que se me ha subido.

—Didier, creo que te estás confundiendo.

Pienso en qué decirle para no sonar tan tajante.

—¿Lo dices porque dije que me encantas, o por algo en específico?

Trago saliva y doy un paso atrás cuando trata de acercarse a mí.

—Hela...

Alzo las manos a la altura de su pecho y niego con la cabeza, poniéndome seria.

—Escucha. Me agradas, y he de admitir que te tengo cariño, pero no quiero "encantarte".

Hago comillas con mis dedos y él frunce el ceño.

Sigo con mi perorata.

》Nos llevamos genial y sí, nos divertimos, pero creo que estás confundiendo las cosas.