Louis, el director, sigue regañandome por andar "así vestida" dentro del internado. Yo solo me quedo sentada, mirando el cuadro detrás de él y asintiendo a lo que sea que diga, puesto que no le presto la más mínima atención.
Supongo que os imaginareis dónde estoy, y por qué. Y sino, os lo aclararé: estaba en mi habitación poniendome algo de ropa cuando la secretaria fue a buscarme para ir a hablar con el director sobre mi reprochable y para nada correcto comportamiento.
Así que aquí estoy hace una hora, escuchando hablar a Louis sobre el comportamiento que se espera de cada alumno del internado, además de repetirme una y otra vez el protocolo escolar, el cual me sé de memoria. Según él es una falta grave a la institución el pasearse en toples por los pasillos del lugar, dice que esto quedará en mi expediente y bla bla bla, tonterías.
—Señor, con todo el respeto que usted mismo dice merecerse, cállese.— le corto cuando vuelve a mencionar el jodido protocolo, ante lo que me mira atónito.— No hace falta que mencione el protocolo nuevamente, puesto que me lo sé mejor que usted, incluso. Y, respecto a mi paseo en poca ropa hace algunas horas, no soy la única que debería estar aquí, ya que no fui yo quien escondió su propia ropa.
—¿Qué está insinuando, señorita Carvalho?— me mira con atención.
—Es inteligente, piense un poco y encontrará una respuesta.— me encojo de hombros.— Lleva una hora regañándome sobre mi mal comportamiento, pero aquí no veo a nadie de los que hace horas me escondió la ropa, o me grabó cuando sólo llevaba braguitas puestas. Dígame, señor, ¿es más grave que yo haya desfilado así, o que me hayan grabado en ropa interior a saber con qué fines? Eso puede pasar como pornografía infantil, puesto que sigo siendo menor de edad.— le miro con falso pesar.— Sería una pena que toda esa buena imágen que dice proyectar el instituto se vea opacada por un escándalo de videos e imágenes de una alumna medio desnuda siendo acosada por sus compañeros.
—Señorita...
—Haga su trabajo bien y nada de estas cosas pasarán, llenarse los bolsillos a costa de adolescentes caprichosos está bien, pero elegir cerrar los ojos ante lo que sucede aquí dentro habla muy mal de usted, director.— me levanto de la silla sin dejar de mirarlo.— Y, para que vea que soy una buen chica, no diré nada de esto a mi apoderado.
Camino hasta la puerta ante su atónita mirada.
—Ah, una cosa más...— giro un poco la cabeza para mirarlo con burla.— De ahora en adelante parece que voy a pasar mucho tiempo en tu oficina, así que llámame Hela, Louis.
Le guiño un ojo antes de salir de ahí con una pequeña sonrisa.
—Esa sonrisa...— la secretaria me mira resignada.
—Adiós, Noux.
Camino de manera despreocupada hacia mi habitación, aunque mi mente trabaja ya en distintas formas de devolverle el favorcito a Didier.
Y yo que creí que mi única entretención aquí sería delatar a Camila, vaya equivocación.
Cuando llego a mi habitación veo frente a la puerta mi ropa junto a mis cosas, ante lo que suelto una risa cogiendo todo y entrando.
Reviso que no haya otra sorpresa con la ropa, y que estén todas mis cosas por supuesto, cuando me percato de que así es asiento conforme.
—Así me gusta.
Dejo la ropa del uniforme y de deporte en la cesta de ropa sucia, la cual debo llevar a la tintorería del internado.
Me quedo un rato texteando con mis amigos y revisando algunas cosas, hasta que me llega un mensaje de Antoine para ir a cenar.
ESTÁS LEYENDO
St. Paul's School (Terminada)
RomantizmHela Carvalho tenía una sola cosa en mente al aterrizar en Paris, Francia: Venganza. Iba a vengarse por todo el daño que su madre le causó a su fallecido padre, iba a hacer que su vida perfecta se fuera al carajo, igual que la suya. Con lo que no co...