Capítulo 31

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Despierto sobresaltada debido a un mal sueño. Trato de recordar de qué trataba pero mi mente parece haberlo olvidado, aunque mi respiración agitada y los latidos acelerados de mi corazón no.

Sacudiendo la cabeza me levanto para ir al baño, ducharme y ponerme una pijama cómoda antes de bajar a tomar desayuno.

—Buenos días.— David me saluda con una sonrisa despampanante mientras remueve cosas en la cocína.— El desayuno está casi listo, lleva eso al comedor, por favor.

Asiento, me acerco a besar su mejilla y tomo el cesto de pan que me indica para ir hacia el comedor.

Un coro de Buenos días me recibe, dejo el cesto en el centro y me siento. David llega segundos después con una sartén llena de jamón y huevo que deja también al centro.

—¿Liam no va a bajar?— pregunta Joan mirando el asiento vacío de Liam.

—Creo que está ocupado.— ríe River.— Fui a buscarlo hace unos minutos, estaba placidamente durmiendo.

Rio entre dientes, tomo un poco de pan y queso y comienzo a comer mientras converso con los cuatro, hasta que unas pisadas hacen que todos giremos la cabeza hacia las escaleras.

Sara baja de ahí tratando de pasar desapercibida, sin éxito.

—Eh... ¿buenos días?— dice mirandonos a todos.— Yo ya me iba, permiso.

—¡Espera!— me apresuro en hablar, tal vez demasiado alto. Los chicos me miran, ella extrañada también lo hace.— ¿Por qué no te quedas a desayunar? Debes tener hambre.

—Oh no, no quiero molestar.

—Tal vez tenga algo que hacer, Hela. No seas entrometida.— David me da con el pie por debajo de la mesa, y le sonríe a ella con sarcasmo.— Ignórala.

—Tonterías, ¿qué clase de persona seríamos si no ofrecieramos desayuno a nuestra invitada?— exclamo con fingida ofensa y le hago una seña a la chica.— Ven aquí, hay mucha comida. No molestas, en serio.

Sara duda un poco pero termina asintiendo. Se acerca y se sienta en la única silla libre, le ofrezco una taza de café y miro a David triunfante cuando la chica comienza a comer con timidez.

《Tramposa》dice David entre dientes, así que le sonrío y tomo un vaso para servirme zumo de piña.

—¿Liam sigue dormido?— pregunta Félix mirando a Sara con una sonrisa picara.

Sara niega.— No, él estaba...

—Me estaba duchando, pero ya estoy aquí.

Sara ladea la cabeza viendo a Liam bajar el último peldaño. Creo que tanto ella como yo nos quedamos flipando cuando le vemos bajar con un chandal gris, descalzo y sin camiseta. ¿Cómo podría explicar lo que se siente ver a un tio bueno con chandal gris? Joder, se le marca todo. Y cuando digo todo, es TODO.

—Creí que te habías marchado.— frunce el ceño mirando a Sara, luego va a la cocina a por una taza para él.

—Eso trataba, pero me han invitado a desayunar. ¿Te molesta?— responde ella cuando Liam vuelve.

Liam me mira a mí con los ojos entrecerrados y yo sonrío con inocencia. Niega con la cabeza.

—No, come tranquila. Nadie puede decir que no alimento a mis invitadas.

Sara se sonroja y baja la mirada avergonzada. ¿Avergonzada por qué? Estamos en confianza.

Como Sara ocupa su silla Liam se acerca a mí, me alza por la cintura y me sienta sobre él cuando ya se ha sentado.

St. Paul's School (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora