St. Paul's School (Terminada)

Capítulo 24

《¿Qué opinas del amor?》

Una pregunta sencilla. Difícil para algunas personas, fácil para mí.

Miro a Antoine, sentado sobre mi cama con la espalda apoyada en la pared.

Dejo de rebuscar entre mis cajones y me acerco, sentándome a un extremo opuesto con las piernas cruzadas. Ladeo la cabeza pensando una respuesta.

—¿El amor? Según yo, es la cosa más bonita que podría pasarte.

Alza la cabeza, sorprendido. Le sonrío, quizá no esperaba esa respuesta.

—¿Qué dices? Pero si el amor es un asco.

Rio negando.

—No, campeón. El amor no es un asco, es la cosa más linda que puede pasarle a una persona. En cambio, el desamor sí que es un asco, el peor.

—Te considero una persona inteligente, pero esto me hace dudar.

Rio con suavidad, mirándolo con ternura.

—No entiendo por qué la gente se asusta tanto con una palabra. El amor es un sentimiento, al igual que el odio y la pasión, son cosas cotidianas de la vida diaria, son las cosas que nos hacen ser persona.

—Puedes decir lo que quieras pero seguiré pensado lo mismo: el amor es un asco.— frunzo el ceño.— A veces llego a dudar de su existencia, cada vez que veo a una persona enamorada termina mal. El amor te rompe, Hela. Es sinónimo de destrucción.

Niego.— No sabes nada del amor, entonces. Amor es pensar en la persona que amas y sonreir. Es tratar de mejorar día a día. Es respeto, cariño, contención. Lo que tú estás describiendo no es amor. Nadie que te ame realmente va a destruirte, porque si lo hace no es amor.

—Ya, como si eso existiera.— bufa.

—Puedes creer lo que quieras, pero decir que el amor no existe es algo muy cínico, incluso viniendo de tí. Dime, Antoine, ¿amas a tu madre?

Frunce el ceño extrañado.

—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

—Mucho. La gente cree que el único amor que existe es el de pareja, pero no es así. Hay amor entre un padre o madre y su hijo, o hija. Hay amor de amigos. Existe el amor que le tenemos a una mascota, también. O el amor que sentimos cuando alguien que quieres hace algo lindo por ti. Son muestras de amor cotidianas que todos pasan desapercibido porque creen que sólo amas cuando tienes novio, o algo así. Yo amo, con todas mis fuerzas. A mi padre, lo amé y lo amo. A mis mejores amigos, a ti ahora.

Se queda pensativo unos segundos analizando lo que he dicho, y sé que le ha salido todo por un oído. Me rio.

—¿Has estado alguna vez enamorada, Hela?

Suspiro y aparto la mirada. Asiento.

—Sí, dos veces.

—¿Y? ¿Qué tal?

Me es inevitable sonreir al recordar. Cierro los ojos atesorando en mi corazón los recuerdos que llegan a mi mente.

—¿Siendo sincera? Fue lo mejor que me ha pasado. La primera vez que me enamoré fue hace años, tenía doce años. El primer amor siempre es el más importante según dicen, todo es tan nuevo, todo parece tan lindo y colorido, y genial.

—¿Qué pasó?

Me acomodo mejor.

—Tenía doce y ella quince. Nos conocimos en una plaza cerca de mi barrio en España, yo...