Lo miro aún sorprendida, pero él no hace más que sonreir incómodo y rascar su nuca.
—Lamento haber hecho que entraras aquí de esa forma, pero debía ser cuidadoso. Espero que entiendas.
Asiento, sin entender ni mierdas.
De todas formas lo miro curiosa, intrigada por este mini secuestro.
—¿Y bien? Supongo que no estoy aquí por nada, ¿necesitas algo?
Suspira, asintiendo. Da un paso hacia mí con cautela, y cuando ve que no me aparto avanza aún más y pasa un brazo por mi cintura para acercarme.
—Quiero pedirte disculpas por lo que dije ayer.— alzo una ceja y apoyo mis manos en sus antebrazos cuando se apoya en la pared y me lleva con él.— Marie se puso histérica y solo trataba de calmarla, nada de lo que dije es cierto o es algo que sienta, ¿bueno?
Suspiro, comprendiendo.
—Sí, lo entiendo.— bastardo mentiroso.
Sonríe algo más animado que al principio y sube una de sus manos hacia mi cabello para jugar con él.
—Me alivia saber eso.— me guiña un ojo.— ¿Todo bien, entonces?
Le sonrío y vuelvo a asentir, aunque por dentro me trague toda la repulsión que me provoca.
—¿Sigue en pie lo de esta noche?
Vale, ahí si que me perdí.
Abro la boca dispuesta a preguntarle de qué habla, cuando recuerdo. Cierto. Esta noche.
Esta vez la sonrisa que adorna mis labios es una caprichosa, y entrelazo mis brazos detrás de su cuello.
—No lo sé, ¿quieres tú que siga en pie, Demian?
No responde nada. En vez de eso acerca su boca a la mía y me besa, y aunque muera por apartarlo y mandarlo al carajo, le correspondo.
El beso no dura mucho porque me aparto de él a los segundos, pero a él no parece importarle porque continúa sonriendo con los ojos cerrados.
—Muero cada vez que te beso.— susurra sobre mis labios, como idiota.— Y no sabes las ganas que tengo de poder tocarte sin que nada se interponga entre nosotros... las ganas que tengo de ver tu magnífico cuerpo desnudo...
A medida que habla sus manos se pasean por mi espalda, tocando por debajo de mi camiseta y jugando con el borde de mi pantalón.
Me separo de él completamente y le sonrío con dulzura, mirándolo con seducción.
—Me he corrido tantas pajas pensando en tí, incluso he soñado contigo mientras estoy con Marie.— murmura creyendo que me está halagando, y nada más equivocado.— Estoy cien por ciento seguro que estar contigo será de otro mundo, mucho mejor que con cualquiera de las que he estado.
Sonrío, incómoda.
—Pues esta noche me encargaré de complacer cada uno de tus sueños, Demian, y será muchísimo mejor de lo que piensas.— ronroneo tirando del cuello de su camiseta, riendo internamente al ver que me mira embobado.— Recuerda: a las doce en punto en mi habitación, procura que nadie te vea.
Le guiño un ojo, volteo y salgo de ahí.
Quito la sonrisa de mi rostro y suspiro cuando camino hasta mi habitación sumida en mis pensamientos.
Una vez ya bañada y vestida recojo un poco mi desordenada habitación, voy al comedor a por algo ligero para cenar y vuelvo a mi habitación a esperar que den las doce.
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St. Paul's School (Terminada)
RomanceHela Carvalho tenía una sola cosa en mente al aterrizar en Paris, Francia: Venganza. Iba a vengarse por todo el daño que su madre le causó a su fallecido padre, iba a hacer que su vida perfecta se fuera al carajo, igual que la suya. Con lo que no co...