Till Lindemann & Tú // DOMINACIÓN. /TERMINADA.

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Separados.
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Estos días he estado pensando mucho al respecto con lo que haré con mi vida, ¿cuál sería el siguiente paso después de la "gran noticia" que me dieron? ¿Le diría a Till de esto? Dios, no... No le gustan los niños y si tendré uno de él me odiará, ahora sí no querrá saber nada de mi. Pero necesito verlo, él es el único que me puede ayudar, él sabe de buenos doctores, no le gustaría arruinar mi vida con un doctor barato, tampoco quiero tener complicaciones si es que llego a abortar al bebé...
No puedo tenerlo, quiero seguir con mi vida normal y seguir con mi trabajo, en verdad me gusta... Y tampoco quiero ver al hijo del hombre que aún amo y me hizo sufrir demasiado. En verdad que lo pasé muy mal cuando me fui de su casa, Den me ayudó demasiado al igual que Joaquín, ellos están tan felices por la noticia, saben de quién es la bendición pero no dicen nada ya que saben que ni quiero pensar en ello, pero aquí estoy... Pensando en esto y en Till... Aunque siempre pienso en él y en cómo estará, es estúpido ya que él está mejor que yo.

-Santa... Mierda... ¿Quién se murió aquí?

Richard
Por órdenes del escuadrón de fuego tuve que ir, de nuevo, a salvar a Till, todos estaban tan preocupados pero no hacían nada, yo era el único que iba a casa de Till pero no fui una semana y ahora que estoy aquí me arrepiento demasiado... Pero no sé de qué. De venir o de no haber venido una semana.
Entré y en todas partes había basura, botellas de todo tipo de alcohol... Latas de cerveza y basura de comida y mierdas... En verdad no sabía que estaba pasando con Till, además... ¿No tenía alguien que hacía limpieza por él?

Fui a su habitación y no había nadie, iba a darme una vuelta por ahí cuando lo veo del otro lado, tirado en el suelo y cerca de la cama, la habitación apestaba a mierda ya que este gran hombre se había vomitado encima quién sabe cuántas veces.

-viejo... Ven, levántate.

Lo ayudé a levantarse, lo ayudé a caminar haciendo que el pusiera gran parte de su peso sobre mi, este hombre sí que pesaba peor que un maldito animal.
Llegamos al baño y lo ayudé a entrar en la bañera, con cuidado le fui quitando la ropa, toda apestosa y sucia por cierto, luego lo senté y abrí la llave del agua caliente, luego la entibie con agua fría y le puse jabón al agua y espuma, mi amigo necesitaba un baño que lo relaje.

-Qué..quien eres? -balbuceó a lo que preguntó viéndome con dificultad por la claridad que había en el baño.-

-Richard, Richard Z. Kruspe, Richard Zven Kruspe, soy tu amigo, ok?? Si, al que aventaste hacia una mesa carísima en un restaurante carísimo.

-Oh, Richard... ¿Qué carajos haces aquí? ..

-¿Tú que crees? Vengo a limpiarte ese trasero sucio que tienes! -reí- No vine a darte besos o mimos, ya basta Till, tienes que... -me detuve por su extraña manera de llorar en silencio, el ruido de su nariz me interrumpió y yo no entendía lo que estaba pasando.- ¿Por qué lloras? ¿Qué tienes? Till...

-El, el el jabón me entró a los malditos ojos. -¿Qué? Tengo mucha cara de pendejo, al parecer...- ¿puedes salir un momento? Por favor, Reesh.

-Claro...

Till
Mi idea era morirme hasta que mi cuerpo ya no aguante las cantidades excesivas de alcohol pero al parecer terminé peor que la mierda y rescatado por mi socio y amigo, sin cumplir mis ideales. Perfecto...
Todo esto se me ha hecho muy difícil después de aquel gran cambio en esta casa... volver a cómo vivía antes, tan solo, fui un idiota al pensar que lo tenía todo bajo control, todo mi plan se arruinó en un instante y todo por unos malditos mensajes y un puto celular. ¿En verdad soy ese tipo de hombre? El que está con todas, el que la tiene a sus pies y puede hacer lo que sea con quien sea y cuando se le plazca. Si, antes me encantaba, lo gozaba y disfrutaba como si no hubiese un mañana. Pero todo eso se termino, ya viví demasiado en fiestas, mujeres y alcohol, todo esto tiene que cambiar, ya tengo 57 años y ni una maldita novia tengo... me siento tan miserable y solo, tan triste que siento que solo me usan por ser un artista y por mi dinero, la cual aveces es verdad... pero solo una vez no he vivido aquel engaño y he amado de verdad, y sin duda puedo decir que esa mujer es _________. Y siempre será ella, mi preciosa gatita. ¿Donde carajos estarás?