DEO

993 73 3
                                    

Días después


Antes, Kara solía entrar volando por el gran balcón vestida como Supergirl, pero esta vez tuvo que hacerlo entrando por la puerta principal como Kara Danvers, con una tarjeta de visita en la solapa y escoltada por dos agentes. Desde que el presidente de los EEUU la despidió, Supergirl tenía prohibido el acceso a las instalaciones del DEO, pero Alex se las había arreglado para poder contratar a su hermana como colaboradora amparándose en sus éxitos durante las investigaciones para sus reportajes. También había hecho que J'onn borrara la memoria a los agentes que descubrieron su identidad durante el ataque a CatCo, ya que era peligroso que más agentes conocieran la identidad de Supergirl con la Coronel Haley husmeando. Afortunadamente, esos días se encontraba en Washington (DC).

Alex había hecho llamar a Kara para darle novedades sobre el ataque a CatCo.

– ¿Qué habéis descubierto? –preguntó en cuanto llegó a la sala de control.

– Esto te va a sorprender –respondió Alex –. El ataque no lo perpetraron los Hijos de la Libertad, pero es posible que ellos estén detrás de él.

Kara arqueó las cejas mientras se sujetaba las gafas.

– ¿Y quienes fueron?

Fue Winn Schott quién respondió.

– Según mis investigaciones, el primer ataque fue sólo una distracción. El verdadero ataque fue el segundo, el del dron. El objetivo no era CatCo, era Lena Luthor.

Kara abrió los ojos como platos. El que Lena estuviese en el punto de mira de asesinos profesionales le aterró. Ya estaba bastante preocupada por ella como para saber ahora que su cabeza tenía precio.

– Por eso no descartamos a los Hijos de la Libertad –intervino Alex –. A parte de ser la dueña de CatCo e impulsora de los artículos incendiarios contra ellos, Lockwood la odia por hacer que L-Corp anulara el contrato qué tenía con la fábrica de acero de su padre.

– El caso es que los Hijos de la Libertad no tienen la capacidad de lanzar un ataque de esa magnitud –continuó Winn –. Por lo que han contratado profesionales para ello. Y, según mis investigaciones, han recurrido a una organización conocida como la Liga de las Sombras.

– ¿La qué...? –preguntó Kara ceñuda.

– Se tienen pocos datos de ellos y muchos creen que son sólo un mito –dijo Alex –. Se trata de una organización de ninjas creada en oriente hace miles de años. Su líder es conocido como Ra's al Ghul y se dice que es inmortal. Con el tiempo, han modernizado sus técnicas, de ahí el uso de drones, pero se siguen rigiendo por sus antiguos dogmas.

– Espera –intervino Kara –. En Tierra-1 había una organización parecida. Se la llamaba la Liga de los Asesinos. Sara Lance, la chica con la que te acostaste en la boda de Barry –Alex bajó la mirada avergonzada al escuchar aquello –, fue miembro de esa organización.

– Lo sé. Por eso te he llamado –dijo Alex volviendo a mirarla –. Aún tienes el extrapolador inter-dimensinal que te dio Cisco. Necesitamos que vayas a Tierra-1 y... –hizo una pequeña pausa antes de continuar –traigas a Sara aquí. Su ayuda nos vendrá bien para combatir esta nueva amenaza.

Kara asintió con la cabeza.

– Está bien, iré enseguida a buscarla. Vosotros proteged a Lena. Si es un objetivo de esa gente, podrían volver a intentarlo.

Alex también asintió.

– Tranquila, tengo agentes vigilándola sin que ella lo sepa. Aunque, no nos lo está poniendo muy difícil. Desde el día del ataque, a penas sale de su ático. Sólo sale cuando tiene que hacer alguna transacción en L-Corp. CatCo, ya ni la pisa, puesto qué James se ocupa de todo. Y, seguramente, cuando vuelva Sam y se ponga al frente, tampoco pasará por L-Corp –. Kara se puso melancólica al escuchar aquello y Alex lo advirtió –. No té preocupes, no dejaremos que le pase nada. Confía en mí.

HIJA ROJA (Supercorp)Where stories live. Discover now