NATIONAL CITY

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Kara estaba muy débil a causa de tener que sostener el puente y los golpes  que recibía de Reign, los cuales eran cada vez eran más fuertes. Aunque, lo peor era oír como la Hija Roja se reía y se mofaba después de sacudirla. Continuaba agarrando con fuerza los cables, pero no podía evitar que estos se le escaparan de vez en cuando y el puente cayera unos centímetros, sobresaltando aún más a la aterrada gente que había sobre él.

Algunos helicópteros de la policía y la guardia nacional se acercaron para intentar rescatar a los civiles, pero la Hija Roja respondía con sus rayos de calor a todo el que se acercara al puente. En cambio, contra los helicópteros de las televisiones no hizo nada, ya que quería que el mundo viera a su salvadora sucumbir ante ella.

– ¿Por qué no sueltas ya esos cables? Esa gente va a morir de todas formas. Muerta no podrás seguir sosteniendo ese puente.

– Jamás los dejaré caer.

Reign soltó unas carcajadas antes de continuar.

– El mundo entero nos objerva ahora mismo. Sídorov no quería testigos, pero yo quiero que todo el mundo vea como pierde a su protectora. Después de esto, nadie podrá detenerme.

– Mi primo lo hará. Algún día regresará de Argo y verá lo que has hecho.

Reign volvió a reír.

– Tú primo te seguirá pronto. Los rusos me contaron que ya lo venciste una vez, así que yo también podré derrotarle. Aunque, también podría hacer otra cosa. Fingir que soy tú cuando llegue y matarlo en cuanto baje la guardia –Kara puso una expresión de horror y Reign volvió a reír –. Los rusos me enseñaron mucho sobre espionaje y fingir ser alguien que no soy. Durante mi adiestramiento, Sídorov me trajo a este país para mostrarme la decadencia del mundo occidental. Me hizo disfrazarme con una ridícula peluca y adoptar la identidad de Linda Lee para evitar que me reconocieran. Una vez te vi. Estaba en aquel restaurante que salvaste de unos atracadores. Te tuve a solo unos metros y no me reconociste. Claro, que entonces yo aún no me acordaba de ti. De lo contrario, creo que no hubiera podido contenerme y hubiera intentado matarte entonces.

Le propinó una patada en las costillas tan fuerte que la hizo ponerse de rodillas, aunque sin llegar a soltar los cables. A duras penas, logró ponerse en píe mientras Reing seguía riéndose.

– Que testaruda eres. Suelta ya de una vez esos cables y dame un combate más digno. Estoy empezando a aburrirme. 

Por sorpresa, Kara logró darle una fuerte patada en el estómago y la arrojó a varios metros. Solo quería que se callara y dejara de mofarse con tantas vidas en juego en esos momentos. Pero, el efecto solo duró unos segundos. Reign se puso en píe furiosa y se encaminó hacia ella fulminándola con la mirada.

– Muy bien, chica de acero. Acabas de colmar mi paciencia. Ya puedes ir diciendo tus últimas palabras.

Sus ojos se iluminaron para lanzar su visión de calor contra ella. Kara apartó la mirada, sabía que su hora había llegado y, con ella, la de toda esa gente inocente que había en el puente. Se maldijo por no haber podido salvarlos. También se maldijo porque no volvería a ver a Lena, ni tampoco a su hermana, ni a ninguno de sus amigos. Cerró los ojos con fuerza a la vez que apretó muchos los labios. Solo quería que aquello terminara cuanto antes.

"Adiós, Alex. Adiós, Lena. Os quiero mucho", pensó mientras esperaba su fatal destino.

Cuando Reign estaba a punto de disparar, una masa oscura que volaba a gran velocidad se estrelló contra ella y la lanzó varios metros, haciendo que se estrellara contra el suelo produciendo un pequeño cráter. Kara abrió los ojos y giró la cabeza para ver lo que había ocurrido al tiempo que la Hija Roja se ponía en píe trabajósamente para ver quién la había atacado.

HIJA ROJA (Supercorp)Where stories live. Discover now