L-CORP

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Estaba amaneciendo y los rayos del Sol empezaban a filtrarse por el gran ventanal, despertando a Lena y a Kara, quienes dormían en el sofá muy abrazadas. Lena sonrió al ver el bello rostro de Kara al abrir los ojos y Kara hizo lo mismo.

– Buenos días –dijo Lena.

– Los días siempre son buenos contigo –respondió Kara antes de que los labios de ambas se unieran en un apasionado beso. Después, se quedaron mirando, recordando la noche que acababan de pasar.

En cuanto las dejaron solas, ambas cayeron sobre el sofá fundidas en un cálido abrazo lleno de caricias y besos. Poco a poco, los besos y las caricias fueron a más, empezaron a quitarse la ropa y estaban a punto de hacer el amor cuando Lena se detuvo de golpe y se apartó unos centímetros.

– ¿Ocurre algo? –preguntó Kara muy preocupada –. ¿No quieres hacerlo?

Lena la miró con una expresión entre triste y avergonzada.

– Me muero de ganas de hacer el amor contigo. Llevo mucho tiempo deseándolo. Pero, no quiero que nuestra primera vez sea en el sofá de mi despacho y, mucho menos, en estos momentos, con tódo lo qué está pasando a nuestro alrededor.

Tras decir esto, se puso en píe y le dio la espalda con los brazos cruzados. Estaba tan avergonzada que no se atrevía a mirarle a la cara.

– Lo siento mucho. Si estás enfadada conmigo, lo entenderé.

Kara se puso en píe y se colocó detrás de ella. Suavemente, la hizo girarse hasta que sus rostros se encontraron. Lena se sorprendió al ver que Kara la miraba con una cálida sonrisa.

– No té preocupes. No tenemos por qué hacerlo en la primera cita.

Lena también sonrió y volvieron a besarse. Sin despegar los labios, cayeron sobre el sofá y continuaron con los besos y las caricias.

Finalmente, las dos terminaron tumbadas en el sofá. Lena estaba tumbada de lado y Kara, también tumbada de lado, se encontraba detrás de ella acariciando su voluptuoso cuerpo mientras la besaba en el cuello.

– Tenerte entre mis brazos es todo lo que necesito esta noche... –decía sin despegar del todo los labios del cuello de Lena, quién se mordía el labio inferior muy excitada.

Ambas permanecieron así hasta quedarse dormidas.

***

Unos golpes en la puerta las sacaron de su letargo.

– Adelante –dijo Lena tras levantarse del sofá de un salto y abrocharse y colocarse de nuevo el vestido.

La puerta se abrió, entrando por ella Alex, Sara y Winn.

– ¿Dónde están J'onn, Sam y Ruby? –preguntó Kara ceñuda.

– J'onn ha ido a ver si algunos de sus contactos de la calle saben algo –respondió Alex –. Sam y Ruby están desayudando en la cafetería.

– Me gustaría acompañarlas –dijo Winn frotándose la tripa –. Mé muero de hambre.

– Primero el trabajo –le ordenó Alex. Luego se volvió hacia Kara y Lena –. Anoche, Sara y yo estuvimos hablando. Crée que sabe la razón por la que quieren matarte.

Lena y Kara arquearon las cejas a la vez.

– ¿Por qué quieren matarme...? –preguntó Lena con voz temblorosa.

Alex hizo un gesto con la cabeza a Sara y esta se adelantó un par de pasos para hablar.

– Cómo ya he dicho. A una organización cómo la Liga de los Asesinos de mi Tierra o la Liga de las Sombras de aquí no se las contrata así cómo así. Los que lo hacen son gente muy poderosa y con motivaciones igual de poderosas. Normalmente, son gente qué está preparando un gran plan y quiere quitarse de en medio a todo el que pueda impedírselo.

HIJA ROJA (Supercorp)Where stories live. Discover now