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Caleb parpadeó despacio y Claire estaba en shock, tras escuchar ese disparo, ninguno podía moverse. Se sintió débil, impotente e incapaz, no sabía si ella ya estaba muerta. Pero de pronto la voz de Amy vino a su mente: Prométeme que terminarás con esto, aún si debas dejarme, confía en mí. Se lo había dicho cuando estaban en el barco y supo en ese instante que a eso se refería. Volteó hacia Claire, aún conmocionado y ella quiso girarse para ver la escena, pero la detuvo. Tomó sus hombros y la miró a los ojos, a aquella misma mujer que cuidó de él cuando era un indefenso niño, la misma persona que le dio una segunda oportunidad de vida.

—Debemos irnos. —le dijo, a lo que ella lo miró con miedo y confusión—. Yo no quiero, pero debemos confiar en ella.

—¿A qué te refieres? —preguntó.

—¡Ahora! —gritó Tobias y disparó a Jane, pero ella lo esquivó y corrió a otra habitación, dejando la entrada libre. El chico corrió hacia Amy y ella trató de levantarse, luego Caleb y Claire también se acercaron deprisa.

—¡Hija! ¿Estás bien? —preguntó la mujer y la castaña emitió un quejido agudo, mientras hacían presión en su herida en el tronco.

—No le di en ninguna arteria u órgano. —dijo Tobias mientras sacaba una venda y Caleb le ayudaba a colocarsela a la chica—. Estaba nervioso, pues era casi imposible, pero fue un buen plan.

—Claro, ¿te parece mejor avanzar? Ya perdimos mucho tiempo. —aclaró Amy, cuando se apoyó en su amigo y su madre caminaba por donde se había ido la mujer anterior.

—Siganla, los guiará hasta el virus.

—Iré por el resto. —Caleb corrió por donde vinieron para traer a los otros que aguardaban en las escaleras.

—Tenemos que ir por Thomas. —Tobias asintió y empezó a caminar, pero Claire detuvo a Amy del brazo e hizo que la volteara a ver. La castaña agachó la cabeza pero consiguió un abrazo que tanto necesita, un cálido y maternal abrazo.

—Cuidado. —dicho eso, ambos empezaron a caminar directo a la entrada que llevaría a todas las salas, cuartos y lugares que tenía el recinto. Mientras Claire suspiraba.

Podían correr, o caminar rápido, pero a Amy se le dificultaba y el dolor la hacía parar en ocasiones.

—Logramos engañarla, aunque debo admitir que tu plan fue perfecto.

—He hecho cosas peores, este plan es como un juego de niños.

—Aguarda. —mientras iban caminando, se detuvieron frente a un laboratorio con puertas de cristal, muy parecido a los que tenía CRUEL. Amy lo notó y sintió un extraño escalofrío en su espina dorsal, con tan sólo recordar todo lo que había pasado.

—¿Qué haces? —preguntó ella cuando lo vio sacar unas gasas estériles, alcohol y vendas.

—¿No pensarás ir todo el camino así? —Tobias tenía razón, la herida sangraba cada vez que corría y se le dificultaba hacer movimientos bruscos, ¿cómo podría ir a salvar a su hermano en esas condiciones? Le provocó nervios sólo pensar en lo que le dolería la sanación, pero se prometió ser valiente desde hace mucho, y después de todo lo que había pasado esto sería un calentamiento.

—¿Viviste con ella? —interrogó mientras el chico saturaba la herida en ella, luego tomó el hilo y lo giró varias veces, y repetía el mismo proceso.

—Así es, toda mi vida.

—¿Por qué decidiste ayudarnos? —él volteó a verla y sonrió a lo bajo.

—Jane ya no es la mujer que yo admiraba y amaba, se volvió inhumana y genosida. Ni siquiera le importaba sacrificar a los humanos que aún quedaban en el planeta, los que aún luchaban por sobrevivir.

—Conozco esa historia. —cerró los ojos al sentir otro ardor y se quejó.

—¿A qué te refieres? —bajó los instrumentos y empezó a vendar la sutura.

—CRUEL hizo lo mismo, pero los obligamos a parar. —él volteó a verla y reflexionó sus palabras.

—CRUEL es bueno. —recitó y ella lo miró confundida.

—Eso era lo que solían decir.

—No, de verdad. CRUEL es bueno. —la castaña rió sarcástica.

—¿Sabes qué? Andando, no perdamos tiempo.

—Amy. —llamó y la chica se detuvo para voltear a verlo—. CRUEL no expandió el virus, sólo querían erradicarlo. Estas personas crearon la llamarada para tener un control mundial en las masas, pero se les salió de las manos. —ella seguía sin saber que decir.

—Entonces, todo lo que hicieron...

—Sí, de verdad buscaban la cura para ayudar a la humanidad. Después que ellos vieran que no podían controlar el virus, se escondieron y dejaron que otros arreglaran el desastre que ocasionaron.

—Durante años pensé que CRUEL era mi pesadilla hecha realidad.

—Era uno de esos malos sueños que trataban de salvarte.

—Voy a destruir este lugar hasta no dejar un maldito escombro. —tomó su arma y salió del laboratorio.

Has No Ending » Maze Runner ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora