Amy se encontraba con las rodillas pegadas a su pecho, tocaba sus botas y lloraba en silencio. Así había permanecido por lo menos unas cuantas horas, tratando de entender lo que había ocurrido en el campamento y sobre todo el hecho de que su hermano se vio implicado.
Pasó una mano por su nariz húmeda y estiró sus dormidas piernas, sintiendo un calambre al instante, pero no reaccionó. Las escaleras estaban frías, la luz de la luna entraba por un agujero en el techo y por primera vez en su vida, escuchó truenos.Alzó la mirada un tanto desconcertada hacia el cielo, por medio del agujero y se levantó para salir debajo de aquella galera.
Estaban cayendo gotas de lluvia.
Extendió su mano y las gotas estaban muy frías, así que recordó: lluvia antes del invierno.
Esas gotas se convirtieron en una pequeña llovisna leve, que no hacía ningún ruido, y ella permaneció ahí donde estaba, con los ojos cerrados la mirada al cielo. Su cabello pasó de húmedo a mojado, el agua escurría de sus labios y bajaban por sus dedos, hasta tocar el suelo. No sentía frío, en ese momento se sentía libre de sentimientos.
Unas manos tocaron las suyas suavemente y cuando abrió los ojos, se encontró con Caleb, quien también estaba empezando a empaparse. Él sonrió y unas gotas salieron volando de sus labios, actos que Amy imitó enseguida.
—Siempre estás aquí.
—Mmh, no siempre, pero cuando me necesitas sí. —ella bajó la mirada pero Caleb levantó su mentón con dos dedos, luego la llevó unos pasos más allá, siempre tomados de las manos y comenzaron a bailar pacíficamente.
Amy había olvidado lo que era sentirse humana, había olvidado esas sensaciones de estar viviendo una vida normal, con alguien. En ocasiones, pensaba mucho en dejar todo atrás y comenzar una nueva vida, sola o con alguien.
Posó su cabeza en el hombro izquierdo del chico empezaron a moverse lentamente, con pasos sincronizados y él acariciaba su espalda. La lluvia caía con fuerza, pero eso no les molestaba, se sentían protegidos bajo su manto y así querían permanecer por siempre.
De un momento a otro, la alzó por los aires de sorpresa, ocasionandole una carcaja, la cual él imitó. Empezaron a correr por el pequeño terreno frente al bosque mientras estiraban los brazos, gritando y saltando, disfrutando y desbordando de alegría. Eso era lo que Amy necesitaba en ese momento, una lluvia que la limpiara de toda tristeza y depresión, que le diera las fuerzas para continuar. Y sobre todo, alguien que le extendiera una mano.
Caleb empezó a seguirla mientras ella corría de él, le fue algo difícil pero cuando la atrapó, la tomó por los hombros y la obligó a verlo.
—¿Te sientes mejor? —ella sonrió.
—Gracias, Caleb. —bajó sus manos y suspiró, pero en ese momento, Amy en un movimiento rápido lo envolvió en un fuerte abrazo. El chico la enrolló por la cintura y cerró los ojos, sintiéndose muy feliz.
Ellos no eran los únicos que disfrutaban de la lluvia, ya que Minho se encontraba dentro de la habitación que compartía con Aris y Harriet. Las gotas bajaban por el vidrio de la ventana y se empañaba, dejando que Minho pudiese pasar su dedo por este, haciendo formas extrañas.
—Pareces un niño que ve la nieve por primera vez. —dijo Aris, levantándose de su cama para colocarse una frazada de lana alrededor de brazos. Minho lo observó y sintió frío al instante.
—Tampoco la recuerdo, y podría decir que es la primera vez que veo una tormenta así, o la primera vez que me siento solo. —Aris entendió a lo que se refería, ya que la pelea con su amigo le afectó, casi asesinan a los demás en el campamento y ahora se encontraba con él en una habitación fría. No podía hacer nada para alegrarlo, no conocía muy bien a Minho y por lo que había visto, no era muy amigable al principio.
—¿Lo extrañas? —preguntó, pero el asiático ni siquiera lo volteó a ver. Ya luego de unos minutos volvió a levantar la mirada al oír unos sollozos, de Minho. El chico trataba de llorar en silencio pero no lo consiguió, y ahora de encontraba con la nariz mocosa.
Aris se levantó y Minho habló de repente.
—Desearía no haberle dicho nada... —confesó y se cubrió el rostro, ocultandolo en sus rodillas. Aris se sintió muy mal y se quitó la frazada, para luego ponérsela y palmearle el hombro.
—No fue tu cumpla, amigo. Tú nunca le harías daño.
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Has No Ending » Maze Runner ✔️
Fanfic[ 2do libro de la trilogía : NIGHTMARE. ] El área y el desierto no fueron los únicos terrenos hostiles donde probaron su unidad como familia. Preparense para ganar el juego bajo cero. Y recuerden: CRUEL sí fue bueno. Que la pesadilla continúe. ...