Amy fijó su vista hacia la costa, donde se encontraba un pequeño bote con la capacidad de llevar a todas las personas que los acompañaron. Eran un total de 20 y cuando bajaron de los vehículos, sus botas crujían al pisar la arena. Todos empezaron a descargar armas y demás cosas, mientras que otros hablaban entre ellos.
—Necesito a algunos que me ayuden a cargarlo con combustible, o si no, no iremos a ningún lado. —anunció Tobias, entrecerrando los ojos por el sol. Luego, un par de personas fueron junto a él ponerle combustible al barco.
—No es un buen momento, pero es interesante saber que será nuestra primera vez en un barco. —dijo Sonya, acercándose a Amy. Ésta cubrió sus ojos del sol con sus manos, mientras veía a su amiga.
—Lo único que quiero es que todos volvamos, juntos.
—Hey, tranquila. Nadie faltará. —le brindó una calidad sonrisa y al cabo de unos minutos, Tobias regresó con la multitud.
—Está lleno, podemos subir. Claire, te necesito conmigo.
—Ayuda a los demás a acomodarse, luego estaré contigo. —susurró Claire a Amy, luego acompañó a Tobias.
Amy dejó caer los brazos y dirigió a los que los acompañaban, ayudó a subir armas y los acomodó a todos. El bote no era muy grande, pero tenía el tamaño perfecto o justo para los que iban. Hombres de Claire y las personas que han estado con Amy desde el principio de todo. Fue difícil, pues las balsas venían y volvían, pero lo lograron.
Decidió ir a la cabina principal luego de asegurarse que todos estuviesen bien ahí dentro, para hablar con Tobias, pues necesitaban coordinar el primer plan de entrada. Como acordaron, irían balsas extras cuando Tobias diera la señal, pues la entrada trasera aún no tenían cámaras y los guardias rodeaban varias zonas. Luego nadarían hasta una compuerta en el sótano y ya estarían dentro.
—Amy, ¿todo en orden? —preguntó Claire al verla pasar y Tobias volteó.
—Todos están bien, pero no tan emocionados.
—Lo lograremos, creeme.
—¿Cuánto tardaremos?
—Para el atardecer, si debo ser específico. —aclaró Tobias, mientras tiraba de algunas palancas y soltaba el timón.
—Así que llegaste en esto. —comentó Amy, mirando el tablero.
—Fue mi único aliado en mi escape y ahora, les hará el mismo favor. —Amy lanzó una pequeña risa, dirigiendo su mirada al mar, mientras sentía un ligero mareo.
Frío, sentía mucho frío y caía por un agujero. El agua congelada clavó su piel como miles de agujas y le cortó la respiración, pero una mano se introdujo en el agua, seguido por su cuerpo.
Su rostro estaba oscuro, no pudo reconocer de quien se trataba.
—Amy, tenemos que irnos. —Harriet despertó a Amy, quien se encontraba durmiendo sobre el suelo en la cubierta, usando un saco como almohada y hecha un nudo por el frío. Se despertó y tontamente se levantó, viendo como todos estaban con armas colgando y el cielo se volvió oscuro.
De pronto sintió como el barco freno y dejó de moverse, para quedarse solamente con los movimientos del mar.
—¿Ya llegamos? —preguntó, pero al dar la vuelta, observó un enorme establecimiento a lo lejos. Estaba oscuro y sombrío, a parte, la poca neblina no ayudaba.
—Ven, Claire te llamaba. —se dirigieron hacia el interior del barco y notó que algunos también se estaban levantando de una siesta, incluyendo a Aris. Abrieron la puerta de la cabina y Claire estaba ahí junto a Tobias. Ambos cargaban sus armas con más municiones puestas en la mesa del centro.
—¿Disparas? —preguntó Tobias.
—Sí. —respondió.
—Bien, si ese es el caso, toma lo que apetezcas. Pero si no nadas bien, no intentes llevar algo pesado. —dicho eso, cerró el cierre de una bolsa negra con armas y la cargó como si llevase plumas dentro. La chica volteó a su madre y ella se acercó para darle un beso en la frente, luego salió.
Amy colocó dos armas cortas en su cinturón, un cuchillo en cada una de sus botas y recargas, las cuales se colocó de forma cruzada en su pecho. Harriet prefirió tomar un arma grande y colgarsela, municiones y unas granadas, con cuidado.
Por último entró Caleb, quien aún no tenía con qué defenderse y tomó dos armas grandes con sus municiones, un arma corta y como no era bueno con los cuchillos, optó por coger otras cosas que Amy no alcanzó a ver.
Los demás traían sus armas, no necesitaron las que Tobias tenía.
Cuando Harriet acabó, Amy terminaba de colocarse uno guantes que dejaban al descubierto sus dedos. Caleb la volteó a ver y suspiró.
—Al fin algo de diversión en mi vida. —Amy sonrió y se le acercó.
—No me emociona, he vivido lo mismo unas tres veces.
—Pero ahora estoy yo en el cuento. —ella borró la sonrisa de su rostro y observó sus ojos azules fijamente.
—Y es por lo que temo. —susurró, audiblemente sólo para él. Caleb se mantuvo en silencio por unos segundos, pero luego pasó una mano por la cintura de Amy para acercarla.
Acercaron sus rostros lentamente y a pesar que ella lo dudó, se dejó llevar y ambos luego se encontraron en un lento beso, de esos que das en las despedidas.
Al separarse, se unieron en un abrazo que les quitó el frío por unos instantes, pero al volver a la realidad, salieron y una brisa helada movió sus cabellos.
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Has No Ending » Maze Runner ✔️
Hayran Kurgu[ 2do libro de la trilogía : NIGHTMARE. ] El área y el desierto no fueron los únicos terrenos hostiles donde probaron su unidad como familia. Preparense para ganar el juego bajo cero. Y recuerden: CRUEL sí fue bueno. Que la pesadilla continúe. ...