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Claire veía el mapa mientras caminaban a paso rápido por los pasillos, seguida por su compañero y grupo. Minho permanecía serio, con la vista al techo y a muchas otras direcciones. Sonya había recobrado fuerzas y estaba dispuesta a acabar con todos aquellos que se le pusieran en frente. Los otros grupos que fueron a programar las cámaras de seguridad iban hacia el mismo lugar, pero desde otros pasillos.

Jane se detuvo a respirar y se sostuvo contra la fría pared de color gris, mientras que un reloj electrónico que llevaba en la muñeca parpadeó. Bastó con dos click en éste para que una voz saliera de su interior: intrusos no identificados recorriendo pasillos superiores.

Ya sabes qué hacer. —le respondió a la voz de una mujer que salió de su reloj, con la mirada fría que la caracterizaba, pero algo agotada. Compuso su postura y arregló un poco el saco azul que llevaba, luego empezó a caminar hacia la derecha, haciendo sonar sus tacones contra el suelo de concreto.

La madre de Amy guardó el mapa holografico en uno de los bolsillos de su chaqueta, y cuando estaba apunto de salir del pasillo, la mano de Caleb la detuvo. Volteó a verlo y él emitió una señal de silencio con el dedo, a lo que los demás le hicieron caso.

—¿Escuchan eso? —un repiqueteo metálico sonaba en algún cerca de donde se encontraban. La mayoría estaban confundidos, pero Minho fue el primero en ponerse nervioso.

—¿Acaso fui el único en preguntarse el por qué este lugar parece tan despejado y tranquilo? —preguntó— ¿Por qué pudimos avanzar y entrar tan fácil?

Caleb volteó a verlo y cerró los ojos, irritado, pensando en que las palabras del asiático tenían sentido. Posiblemente sabían que estaban ahí desde que llegaron y les prepararon una bienvenida.

—Como sea, debemos seguir... —se calló cuando al dar la vuelta, en la esquina, observó de pie a alguien que no imaginaba ver, ni en sus más locos sueños.

—¿Me extrañaste? —Newt estaba de pie casi al final del pasillo, frente a una puerta abierta, de donde salieron más personas que le erizaron la piel e hicieron que no pudiese mover ni un músculo. Su amigo estaba sonriendo de una manera diferente a la que solía hacerlo, en sus ojos no había ese brillo que daban una señal de vida, y sobre todo, estaba de pie cuando él mismo vio su cadáver en la antigua ciudad de CRUEL.

—Newt. —dijo para él mismo. Los demás llegaron a su lado luego de ver que no regresaba y sus expresiones fueron las mismas.

—No puede ser cierto. —susurró Sonya, viéndolo de pies a cabeza.

—Al parecer sigue vivo, Thomas mantuvo su promesa. —Winston estaba de pie junto a Newt, mirándolos de la misma manera, dándole un ataque de nervios a Minho.

—¿Cómo es qué...?

—¿Estamos aquí? Simple, ellos nos dieron una segunda oportunidad mientras CRUEL jugaba al ratón en el laberinto.—sonrió el rubio maliciosamente. Su actitud y mirada no eran las mismas, de nuevo la vida se había ido de sus ojos, justo como aquella noche que partió.

—Esto debe ser una mala broma. — dijo Harriet, para luego mirar al grupo, como si buscara alguna explicación.

—Detenganse, por favor. —Newt inclinó la cabeza, como para hacer más creíble su petición, pero eso puso los pelos de punta de todos.

—Newt, no sé qué demonios esté pasando, pero necesito saber si de verdad eres tú. Amigo, no me hagas esto. —la voz de Minho se iba quebrando a cada palabra que de su boca salía, de verdad esta escena era muy dolorosa para él. Lo vio morir, vio morir a su mejor amigo y ahora estaba frente a él como si todo aquello que pasó fuera nada más que un mal sueño. Necesitaba saber si era verdad lo que sus ojos veían, si su mejor amigo había vuelto para reunirse que ellos.

—No necesito de ustedes, aquí me han dado todo. Pero, ¿sabes algo, Minho? —se acercó unos pasos y un par de lágrimas salieron del asiático—. Morir fue lo mejor que me ha pasado. —de un cinturón en su espalda baja sacó un arma corta y empezó a dispararles, pero por suerte ninguna de aquellas balas logró alcanzarlos. Volvieron al pasillo por donde habían venido y se resguardaron de los constantes disparos de aquellos chicos, pues la otra versión de Winston también disparaba.

—Debemos cruzar por ahí, no hay otra opción. —ordenó Claire.

—¡No! Yo hablaré con ellos, no pueden hacerles algo. —Minho cargó su arma y se acercó a Claire, quien estaba dudando de sus palabras—. Te lo pido, déjame hacerlo.

—Dime, ¿qué haremos si te matan? ¿Qué excusa le diremos a tus compañeros? —interrogó Caleb mientras se daba la vuelta para verlo, sobresaltado por una bala que rozó su pie.

—No se preocupen, esto es bajo mi responsabilidad. —ambos lo observaron con confusión y Minho salió del pasillo con el arma oculta y las manos en el cuello, así que Newt, Winston y los demás soldados dejaron de disparar. El rubio dio una señal para que nadie se moviera, y se acercó para hablarle de cerca.

—Ya paremos con esto, Minho, no es necesario que alguien muera. —lo miró con pesar, de verdad quería abrazarlo y decirle cuánto lo extrañó.

—Nadie más debe morir, tampoco antes.

—El pasado quedó atrás, he vuelto, no me iré nunca más.

—Pero, ¿qué hace? —Caleb se asomó para observar la escena y Minho, mientras mantenía su mano detrás, señaló con sus tres dedos y el chico entendió.

—¿Qué ocurre? —preguntó Claire.

—Es un plan, debemos estar atentos y atacarlos. —susurró y el resto se preparó.

—Todos te extrañaron; Sartén, Gally, Thomas... Cada noche leía tu carta, y nunca se quitó el brazalete que le diste antes de morir. —ahora señaló con dos dedos.

—Sí, ese brazalete. ¿Lo ves? No hagamos de esto algo para lamentarnos, podremos recobrar el dolor del pasado si se rinden.

—Preferiría dejarlo así, ya que ni siquiera eres tú. —cerró su mano en un puño y sacó su arma, para dispararle en el hombro.

Has No Ending » Maze Runner ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora