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—Aguarden. —pidió Tobias y el grupo esperó detrás de él mientras dejaban pasar unos guardias que doblaban por la esquina. Amy apoyó la espalda contra la pared y suspiró pesado, pues estaba muy nerviosa.
El chico volvió a dar una señal y él fue el primero en avanzar.

Las botas y zapatos de todos sonaban como un eco entre los pasillos vacíos, como una pequeña tropa de soldados trotando. El recinto no tenía color, todo era gris y las paredes tenían una línea amarilla justo al centro, igualmente el suelo. Amy supuso que desperdiciar tiempo en animar este lugar era absurdo, pues sólo soldados se la pasaban caminando de un lugar a otro.

—En el siguiente están las escaleras. —dijo Caleb, ya que le habían entregado el mapa holografico. Lo volvió a guardar en uno de sus bolsillos y Vincent salió del pasillo para caminar hacia la puerta que conducía a las escaleras. Giraba con cautela hacia ambos lados y avanzaba despacio, cuidando sus pasos. Luego otro salió, Minho, Sonya y Harriet. Por último solo quedaron Caleb, Claire, Tobias y Amy.

—Recuerden, matar solo si es necesario. Apunten al cráneo, el cuello sirve igual. De cerca. —terminó de decir Tobias y se puso de pie junto a Amy.

— ¿Cómo entrarás? —preguntó Claire y Caleb prestó atención, luego de echar un vistazo al grupo que yacia dentro de las escaleras.

—Confía en mí.

—Vamos, ¿es lo mejor que puedes decir? —dijo Caleb, poniéndose a su altura, viéndose frente a frente.

—¿Dónde quedó la confianza? —respondió Tobias, incrédulo y Amy se relamió los labios algo irritada. Claire sólo los observaba confundida.

—Dejé en claro desde el principio que no hay ningún vínculo entre tú y yo, mucho menos confianza.

—¿Sabes? Si los hubiese querido asesinar, lo hubiera hecho desde que llegué.

—Vamos, no pierdas el tiempo, porque a mí no me gusta hacerlo. —Tobias se le acercó amenazadora mente pero Claire intervino, colocando su escopeta entre ambos.

—Si van a jugar a quién es más el niño malo lo hacen después, tenemos que terminar y salir de aquí. No es un recorrido por el parque. —Amy ya tenía las manos en la cintura, sosteniendo las ganas de dispararle a ambos, pero se contuvo.

—Mi madre tiene razón, —dijo ella y Caleb se apartó al escuchar su voz—. Mi hermano está en juego, así como la vida de muchas personas, no tenemos tiempo para juegos. —dicho eso, caminó hacia las escaleras y los demás imitaron lo mismo.

Caleb volvió a sacar el mapa holografico y se lo mostró al grupo, así que avanzaron para esperar la entrada, la cual les brindaría Tobias. El virus que querían lanzar estaba dentro de los laboratorios y sólo se podía dar acceso desde un área restringida.

—Estás algo alterada. —le dijo Caleb a Amy y ella solamente siguió pegando su talón contra el suelo.

—Caleb escuchame... —susurró y el chico se le acercó más—. Tienes que hacer todo lo posible para llegar a los laboratorios, ¿ok? Y cuida bien de mi madre.

—¿Por qué siento que esto es una advertencia? —ella lo vio a los ojos.

—Y prometeme que te cuidarás.

—Amy, ¿que di-?

—Prometemelo. —insistió y al ver sus ojos marrones, quiso prometerse a sí mismo lo que fuera.

—Con mi vida... —tomó su mano, tocando sus palmas, viendo el tamaño de diferencia que tenían, pero al mismo tiempo se complementaban tan bien.

Caminaron hasta entrar por una puerta corrediza de vidrio transparente, dejando ver un gran salón con otra puerta al fondo. Caminaban despacio mientras analizaban todo; Claire, Tobias, Amy y Caleb. Junto a ellos habían un enorme ventanal que dejaba ver como la nieve caía fuera, congelando poco a poco el océano. Que se miraba blanco a lo lejos.

—¡Jane! ¡He vuelto! ¿Por qué no vienes a verme? —gritó mientras seguía caminando, haciendo que los otros tres se detuvieran.

—¿Qué hace? —se cuestionó Caleb a sí mismo y Claire empezó a retroceder. Amy volteó hacia Caleb y asintió con la cabeza, haciendo que el chico temiera lo peor. Su madre ya estaba muy atrás, y cuando Caleb empezó a retroceder, la puerta del fondo se abrió y éstos dos se escondieron tras una columna blanca. Claire se preocupó por Amy, pero Caleb le advirtió que no.

—¿Feliz de verme? —sonrió Tobias y Jane, la directora de aquél lugar, volteó hacia Amy, quien estaba a unos pasos más atrás de Tobias.

—Te conozco lo suficiente, sabía que volverías. Pero debo admitir que te subestimé, no pensé que harías bien tu trabajo.

—¿De qué está hablando? —susurró Claire y Caleb solamente escuchaba en silencio.

—Justo como lo prometí. —tomó a Amy del brazo y la acercó unos pasos más. Su madre quiso salir, pero el chico junto a ella la sostuvo y le pidió silencio.

—Por favor, no. Creí que me ayudarías. —suplicó Amy y Jane la observó con frialdad, esperando una respuesta de parte de Tobias.

—Claro que sí muñeca, soy un hombre de palabra. Ah, espera, eso era antes. —sacó su arma corta y le disparó a Amy, haciendo que cayera al suelo. El corazón de Claire se aceleró y Caleb no pudo reaccionar a nada en cuanto escuchó el disparo.

Has No Ending » Maze Runner ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora