|Capitulo 9|

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—¿Qué haces wacho? Sos tarado eh— lo mire molesta, aunque también tenía ganas de reírme.

—La gente lo tenía que saber, mí amorcito— dijo todo meloso.

Amorcito. Ah bueno.

—Da Teo, no seas pelotudo. Aparte, enserio "mí amorcito" ¿Algo más meloso y ridículo no tenías para decir?— me reí.

Mire para la pantalla de la computadora y habían de todo tiempo de comentarios.

"YO SABÍA LOS AMO. SON HERMOSO"

"ADSADASDADJAJAHSKAA. Mí shipp se hizo real"

"Ahhhhhhh, se besaron. Al fin locooooooo!!!"

"Briteo es reaaaaaal. Vamo Argentina wacho"

Todos los comentarios eran así, festejando que su shipp era real, supuestamente. Yo sabía que esto iba a pasar, ¿Ahora como vamos a sacarle esa idea de la cabeza a los seguidores? Es un pelotudo.

—Mateo la concha de tu madre, ahora le vas a explicar a todos los que están acá que fue un broma esa pelotudez y que nosotros no somos nada— le exigí y él asintió riendo.

—Boludos, era joda. Nos conocemos hace una semana como mucho, ¿Como vamos a andar en algo? No flasheen— explico frente a la cámara —El pico fue de mentira, tipo no fue para confirmar nada. Solo estaba aburrido y quería ver cómo reaccionaban ustedes y ella. Pero no se ilusionen. Y esa boludez de Briteo no existe, perdón por desilusionarlos wachos, los amo.

Tuve que contener una carcajada al ver cómo todos puteaban en todos los idiomas existentes a Mateo.

Eso le pasa por ser un pelotudo.

—Muy bien, Teo— le di unas palmaditas en la espalda y me reí —Ya saben. No sé ilusionen.

Seguimos conversando de boludeces con Mateo, el cual se quedó todo el streaming. Hasta reaccionó conmigo a una batalla vieja del quinto, y fue épico. Aparte a la gente le hacía mucha ilusión verlo reaccionar.

(...)

Sábado.

La primer semana de colegio había sido bastante buena y tranquila. Todavía no habían pruebas, ni nada de eso, así que por ahora iba bien.

En esta última semana había pasado casi todos los días con el pelotudo de Mateo. Íbamos a la plaza a tomar mates y hablar o él venía a casa. Nos llevábamos re piola. Y los rumores sobre nosotros no trascendieron mucho después de que el desmintió lo del pico y la confesión. Aunque lo de briteo seguía.

Y sobre el chape que nos debemos ni hablamos, ya que estábamos bien así como amigos. Aunque si le seguía teniendo las re ganas. Eso no lo voy a negar.

Hoy era el día que me iba a ver con Dani. En la semana estuvimos hablando por whatsapp debes en cuando, y él me había invitado a comer unas pizzas en no sé dónde y después a su casa.

Estabas vistiendome mientras escuchaba unos temas de el Valen. Me había elegido unos shorts de jeans rotos y un top blanco, con hombreras y un escote bastante pronunciado. Me maquille igual que siempre pero esta vez me puse un labial rosa mate. Cómo últimamente no me dan muchas ganas de arreglarme el pelo decidí secarlo y dejármelo así nomás.

Cuando termine me saque una selfie para luego subir a mí feed.

Estaba esperando el mensaje de Dani, cuando alguien golpeó mí puerta.

Fuego || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora