|Capitulo 27|

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Brisa.

Se me parte la cabeza en diez mil pedazos.

No sé qué fue lo que tome ayer o mejor dicho cuanto tome, pero que me dio la peor resaca del mundo de eso no hay dudas. Y aparte de la resaca otro de los grandes problemas que me dejó la noche, es que no me acuerdo de nada. No sé qué fue lo que hice.

Y yo en pedo soy un peligro.

Solo me acuerdo de que Dani y Manucho me dijeron si quería ir a una joda, yo acepté, me vinieron a buscar hicimos previa en la casa de Manuel, y después llegamos a la joda (aclaremos que yo ya estaba bastante tomada ahí), perdí a los pibes y me quedé sola, me puse a bailar, y vi a Mateo con la pelirroja mal teñida esa, se me ocurrió ir y cargarles el momento.

Y después de eso, tengo un bache en la memoria, no sé nada más. Lo único que espero es que no haya quedado en ridículo y que menos haya ido a "cargarles el momento" como se me pasó por la cabeza.

Porque sí, me humilló bastante cuando estoy tomada.

—Wacha le... Fua que pinta horrible tenés primita— dijo Valen mandandose para adentro de mi cuarto —¿Noche loca?

Lo mire con cara de pocos amigos y le saque el dedo.

—¿Qué querés, Valentín?

—No te enojes, linda— se tiró a la cama cayendo arriba mío —¿Querés que te traiga algo para el dolor de cabeza?

—Te agradecería toda mi vida si haces eso— cerré los ojos y suspiré molesta.

Me pone de muy mal humor la resaca.

—Me voy a conseguir esa pastilla, antes de que me mates— dijo riendo.

Enseguida se levantó y salió de mi cuarto. Yo por mi parte también me levanté y fuí al baño.

Necesito darme un buen baño porque el olor a porro y alcohol que tengo encima, es un asco. Me metí rápido a la ducha sin siquiera mirarme al espejo.

—Te dejé la pastilla en el cuarto-— avisó Valen desde el otro lado de la puerta —Me voy a la casa de Cata. Después necesito hablar contigo de unas cosas.

Murmuré un gracias y un chau, aunque creo que no me escuchó.

Cuando termine de bañarme mi mal humor ya había bajado un poco, me puse lo más cómodo que encontré, y para mí mala suerte era una remera y por encima un buzo de Teo que me traje puesto un día de su casa y nunca más pinto devolvérselo, y una calza.

Y no digo mala suerte porque el buzo sea feo, todo lo contrario, pero bueno se supone que tengo que superarlo y sacarmelo de la cabeza, y usando su ropa eso no va a pasar.

De todas formas no pienso sacarme el buzo.

Me tomé la pastilla con el vaso de agua que me había dejado Valen y fui a la cocina para comer algo. Mientras me preparaba el mate empecé a revisar mis redes, la mayoría de las personas me estaban pidiendo video pero no estaba de ánimo para eso todavía, ya les había avisado que me iba a tomar unos días para volver a subir contenido.

Y después tenía varios mensajes preguntando por qué ya no salía con trueno a ningún lado, ni se nos veía juntos en las jodas. Seguro por la joda de ayer.

Estaba mirando historias cuando me saltó un mensaje en la barra de notificaciones.

Teo⚡

Hola.

Necesito hablar contigo, nos podemos ver en algún lado hoy?

Ay no, ¿cual me habré mandado ayer?.

Fuego || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora