|Capitulo 16|

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Estos últimos días había notado a Mateo un poco distante. Nos veiamos en el colegio y debes en cuando en la plaza cuando nos juntabamos todos. Seguíamos hablando por whatsapp pero tampoco con tanta frecuencia.

Está raro y no se porque. Él solo dice que está ocupado, pero no le creo que sea solo eso.

A parte de la actitud extraña de Mateo, también me venía pasando algo raro a mí. Siempre que ando sola por la calle me siento observada, más de lo normal. Es como si alguien me estuviera siguiendo. Suena medio paranoico pero es así.

No le había contado a nadie de esa situación, porque capaz son solo cosas mías y es al pedo preocupar a los demás.

—¡Te diste cuenta que en dos meses es tu cumpleaños!— gritó Cata la cual venía entrando a mí cuarto con Valen.

—Ah, sí— dije sin interés.

—Dieciocho no se cumplen todos los dias, loquita— comentó Valen, sonriendo igual de emocionado que Cata.

No odio mí cumpleaños ni nada, pero no es la festividad que más me gusta.

En esa fecha siempre me deprimo un poco. Nunca fue una fecha que me emocionara porque llegará como le sucede a otras personas. Ni de niña me gustaba.

Pero todo tiene un motivo, y el mío es porque mis padres, más que nada mí madre nunca me dejó festejarlo como yo quería. Siempre era ella la que organizaba todo a su gusto. Y a mí me obligaba a poner mí mejor cara de felicidad falsa y así pasar el día.

Y aunque estos últimos años ya no me importaba lo que ella quisiera, igual siempre buscaba la forma de cagarme el día.

Esté va a ser el primer cumpleaños que no la voy a tener al lado taladrandome la cabeza, y capaz pueda disfrutarlo.

—Faltan dos meses todavía wachines, que tanto escándalo— me reí y ambos me miraron mal.

Nunca conocí a dos personas que conectarán tan bien, hasta gestualmente son iguales.

—Pero hay que empezar a organizar todo, desde ya.

Escuchar esa palabra "organizar",  hizo que la mirara y me negará rotundamente.

—No me organicen nada— ellos frunciendo el gesto y me quedaron viendo raro.

—¿No querés una fiesta?— preguntó Valen.

Negué.

—Estas loca. Cumplis la mayoría, vas a ser legal al fin, y no querés festejarlo— la morocha me seguía mirando raro.

—No tengo buena experiencia con las fiestas de cumpleaños, ya lo saben.

Y ahí fue cuando ambos cayeron en porque les decía que no me organicen nada.

En sus miradas se reflejo el arrepentimiento y un poco de lástima hacia mí.

—Bueno, ya fue. Dejemos ese tema para después, faltan dos meses bien dijo Brichu— comentó Cata, mientras tiraba del brazo de Valen, para quedar ambos acostados en mí cama.

Se pasaron uno cuántos minutos discutiendo que película ver hasta que se decidieron por rápido y furioso.

Llevaba media hora de película y me empezaba a aburrir. Ya la había visto muchísimas veces a esta. Agarre mi celular y empecé a chusmear las redes.

Mire whatsapp y ni un solo mensaje de Mateo.

Dios.

¿Pero por qué me importa tanto si me escribe o no? Que idiota soy.

Fuego || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora