Mateo.
Todavía sigo intentando descifrar cómo fue que le cancele a Sheila el otro día, si yo en ningún momento yo le mandé tal mensaje. Capaz Emi me agarró el celular y se puso a joder o algo, sino no le encuentro otra respuesta.
—¡Matuuu!— la pelirroja se tiró encima mío y me abrazo.
Demasiado euforica para mí gusto.
—Hola Shei— le di un beso en el cachete pero ella me robo un pico de pasada.
—Ups, se me escapó— dijo y ambos nos reímos.
A Sheila la conozco desde hace unos años, y es una buena piba, con la cual tuve mis encuentros pero nunca funcionamos como pareja. Aunque se que a ella le gustó y bastante. Pero lastimosamente yo no siento nada por ella, solo la veo como una amiga con la que puedo garche debes en cuando.
—¿Vamos a mí casa?— le pregunté y ella asintió, me agarró de la mano y comenzamos a caminar —Che, en la noche hay una joda en la casa de uno de los pibes, ¿me acompañas?
—Si obvio. Quiero joda loco, mover este cuerpito— meneo las caderas y me reí.
—Bueno entonces está noche estamos ahí.
Seguimos conversando hasta llegar a casa, en donde estábamos solos porque el Pedro y Emi se fueron a no se donde.
—Voy a preparar unas chocolatadas, ya que a vos no te gusta el mate— negué recordando su odio hacia el mate.
—Diuh, ni lo nombres, que cosa asquerosa y sin gusto alguno.
La mire como si estuviera loca.
—Es la octava maravilla el mate.
—Es agua caliente con palos verdes. No sé que tanta fama le hacen, si no tiene nada especial— hizo una mueca de asco y rode los ojos.
Estás probando el mejor mate de tu vida. Hecho como debe ser, con una buena yerba y por una uruguaya.
Ah dale, ¿enserio me tengo que acordar de esto, justo ahora?
Ya llevaba mucho tiempo sin nombrarla o pensar en ella, bueno con mucho tiempo me refiero a un par de horas.
En cualquier momento voy a terminar llamando a la pelirroja Brisa, y me va a matar.
Igual no es mí culpa de que esa uruguaya hermosa, no salga de mí cabeza. No sé que hizo para que quede tan embobado por ella.
¿Lo nuestro? No hay ningún nuestro porque nosotros no tenemos nada. Solo éramos un pique o garche, como quieras llamarlo, pero nada más. No hagas historias que no son.
Y por consecuencia cada vez que me acuerdo de algo lindo con ella, también me acuerdo de esa conversación que me hizo mierda, posta.
Yo como un boludo pensando que había algo entre nosotros. Que podíamos intentar ser algo más.
Deja que pelotudo soy.
Aunque Valentín y Manuel ya me dijeron que yo la vuelvo loca igual que ella a mi, y que seguro dijo eso por pelotuda, pero yo no sé si creerles. En parte me encantaría que fuera eso, porque de verdad yo quiero todo con ella. Pero bueno, no se.
—¿Matu, estás bien?— preguntó Shei la cual se había acercado a mi.
—¿Eh?— salí de mis pensamientos y la mire —Sisi, solo estaba pensando unas cosas.
—Ah bueno. Pensé que te pasaba algo, como te quedaste mutando y no me contestaste— rodeo mi cuello con sus brazos y sonrió.
—¿Qué me decías?
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Fuego || Trueno
Fiksi Penggemar"Si no juegas con fuego te morirás de frió" Prohibida la copia. ||Lenguaje Argentino||