Ni siquiera había recibido un mensaje de ellos hoy, y pensaba que ni siquiera se debían acordar de mi cumpleaños, pero por lo visto aún recuerdan que existo.
Los mire seria, pero no molesta ni enojada. Solo los mire esperando su reacción.
- Hola hija. - me saludo mi padre, Tomas. - Muy feliz cumpleaños.
Sonrió y murmuré un gracias. Después mire a Sofia mi madre, la cual tenía un sonrisa en su cara, aunque que no se si es de felicidad o tristeza, una mezcla de ambas a mi parecer.
- Felices dieciocho, Brisa, hija. - ella se acercó a darme un beso y me pareció ver que hizo el amague para abrazarme pero se arrepintió.
- Muchas gracias. - respondí sin saber que más decir.
Desde hace mucho no me quedo sin palabras ante ellos, siempre tuve algo para decir ya sea con ironía o para quejarme. Pero ahora no.
Ahora ya no tengo ganas de hacer eso.
Un silencio incómodo se formó entre los tres. Yo me aclare la garganta y decidí hablar.
- ¿Quieren pasar? - los mire y ambos asistieron sonriendo, aunque se los notaba tensos al igual que a mi. - Entonces pasen.
Me hice a un lado de la puerta y los dos entraron, cerré y mire hacia la sala donde ninguno se había dado cuenta que había llegado más gente.
- ¿Bebé, quien vino?... - preguntó Mateo, pero al darse vuelta vio a mis padres, frunció el ceño y me miró.
Claro, él no los conoce.
- Mateo ellos son mis padres, Sofia y Tomas. - se los presente y el abrió los ojos sorprendido pero enseguida se repuso y sonrió.
- Un gusto señores, yo soy Mateo. - les tendió la mano a ambos y estos se la aceptaron.
- ¿Vos sos el novio de Brisa? - preguntó Sofia y alce ambas cejas sorprendida.
Con Mateo nos miramos sin saber que responder.
- No señora, no soy el novio. Pero soy una persona que la quiere muchísimo a su hija. - afirmó y sonreí ante la seguridad con la que hablo.
Mis padres tiene un porte bastante intimidante a decir verdad, pero a él no pareció importarle.
- Ah, un gusto entonces. - asintió mi madre viéndolo, mejor dicho analizándolo.
Como hace siempre.
Ya no me esta gustando como lo ve, primero porque lo hace sentir incómodo y segundo porque se nota que su mirada va con reproche.
Seguro no le gusta su apariencia. Normal en ellos.
- ¿Qué pas... - iba a preguntar Santi, pero se callo cuando vio a mis padres.
Enseguida toda la sala se quedó en silenció al verlos allí parados.
- Tus amigos están acá. - dijo Tomas viendolos sorprendido. - Buenas tardes a todos.
Este momento supera todos los momentos incómodos que viví antes.
Lo tenso que estamos todos, es increíble.
- Hola, tío Tomas, tía Sofia. - los saludo Valen con un beso.
- Valentín, tanto tiempo sin vernos. Que grande estás. - dijo Sofia.
Iba a responder yo a ese comentario que hizo ella pero Valen me miró negando. Él me conoce y sabe perfectamente que me iba a quejar porque nunca vienen por acá.
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Fuego || Trueno
Fanfic"Si no juegas con fuego te morirás de frió" Prohibida la copia. ||Lenguaje Argentino||