Le di al botón "publicar" y espere a que el vídeo se cargará y así lo subiera en mí canal de Youtube.
Antes de hacer nada, agarre mí celular de la mesa a mí costado y entre a instagram para subir una historia.
-¿Qué onda wachos? Vengo a avisarles que se está subiendo el vídeo que tanto me rompieron las pelotas que querían ver en Youtube. Así que quiero ver un millón de visitas antes del minuto, porque me estrese editando lo más rápido que pude por ustedes, infumables del orto ahre, los amo. Dejo el link para que vayan acá abajo- subí la historia y tire el celular para la cama.
Dios necesito un porro ya mismo o me vuelvo loca.
Caminé hacia mí mochila, la cual estaba tirada en una esquina de la pieza. Saque mí porrito ya armado y el encendedor. Fui al balcón y me senté en el suelo.
Di las primeras caladas al porro y mí estrés bajo a cero.
Literal que fumar un porro en el balcón viendo cómo termina de bajar el sol, es lo mejor de mis días. Sin esto, no sería la misma.
Estaba tranquila en mí burbuja hasta que un grito me hizo abrir los ojos y volver a la realidad de mierda en la que vivo.
-¡Brisa, baja unos minutos!- gritó Sofía, alias la insoportable de mí madre.
En esta casa no se puede tener ni cinco minutos de paz que ya te están rompiendo los huevos.
-¡Ahora voy vieja!- se cuanto ella odia que la llame así, y por eso siempre lo hago.
Di una última calada a mí porro y lo apague. Después pienso retomar mí momento de relajación.
Salí de mí habitación y caminé con la mejor de las pajas hacia la sala.
-Dios, detesto ese olor asqueroso. ¿Otra vez estuviste fumando, Brisa?- preguntó mientras ponía su mejor cara de asco, el señor Tomás. Mí querido padre.
-Para que te voy a decir que no, si es obvio que si. No sé preguntan esas cosas viejo- solté una risita.
Él también detesta que lo llame "viejo"
-Esta no es la niña que nosotros educamos, Brisa. No sé en qué te convertiste, sos una vergüenza para esta familia- negó con una mueca de decepción, Sofía.
Uy, ya arrancan con el cuentito de nuevo.
La puta madre.
-Sinceramente me importa muy poco la opinión que tengan dos chetos prejuiciosos como son ustedes. Así que dejémonos de cuentos, y vamos al grano, papis- esa última palabra la solté con ironía y ellos se dieron más que cuenta.
Ambos negaron y luego me hicieron una seña para que me siente en el sofá frente a ellos.
-Te llamamos porque tenemos algo muy importante que hablar contigo- dijo Sofía y me pareció ver un destello de tristeza pasar por sus ojos azules.
Alucinaciones mías.
¿Se imaginan ver a Sofía triste? Ja, yo no.
Tiene menos corazón que una piedra está mujer. Seguro el porro me está pegando ya.
-En una semana te vas a la casa de tus tíos, Alejando y Maia- me comunico Tomás y una sonrisa se dibujo en mí cara.
-De ruta viejos- estaba emocionada. Adoro a mis tíos -Pero, para. Ya estuve con ellos este verano, y ahora faltan dos semanas para empezar el colegio. ¿Cómo es eso de que me van a mandar con ellos de nuevo? No entiendo.
Algo no me cerraba.
Todos las temporadas de verano me voy para Argentina, a visitar a mís tíos y primos. Y pasó la temporada vacacionando con ellos. Pero siempre me vuelvo la primer semana de febrero, para ver a mis amigos antes de empezar el colegio de nuevo.

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Fuego || Trueno
Fanfiction"Si no juegas con fuego te morirás de frió" Prohibida la copia. ||Lenguaje Argentino||