Capítulo 25: Ruptura

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El tan preciado lugar que los acogió a muchos cuando no tenían donde ir, que los unió en una familia, y que les había dado tantos hermosos recuerdos... ya no estaba ahí, su hogar había sido destruido. La pelimorada fue la primera en correr hacia el enorme agujero entre los muros, seguido del camaleón y, algo retrasado el resto, pasaron por los escombros y accedieron por donde se encontraba la Torre Estelar. Lo único que quedaba eran los restos del lugar donde, en muchas ocasiones, los brawlers demostraban sus capacidades, saliendo victoriosos la mayoría de veces... nunca nadie supo que esa edificación tenia vida, y al parecer ahora nadie lo sabrá jamás. Apuraron el paso hacía el centro de Brawlopolis, caminando junto al centro de mandos, edificio el cual también recibió notables daños, aún se mantenía en pie pero la antena que sobresalía en la azotea no estaba, o mejor dicho, se encontraba echa cenizas. El panorama no mejoraba cuanto más se adentraban, habían llegado a la plaza, y seguían sin hallar a alguien. El centro de Brawlopolis tenía el mismo "decorado" destruido que abundaba, la fuente estaba totalmente derruida y el suelo se veía inestable, lo más probable es que el agua que surtía se haya esparcido y evaporado. El joven de sudadera había perdido la mínima calma que tenía y, sin importarle los demás, fue corriendo hacia las residencias, lugar donde vivía la pequeña osezna. El grupo nunca notó su desaparición, estaban muy ocupados con sus pensamientos. La pelimorada rebosaba de una falsa calma para no causar una crisis, ordenó rápidamente una búsqueda en todo Brawlopolis. Junto al mitad vampiro y el pequeño robot barril, llevaron a los incapacitados al hospital, dejando al resto del grupo empezar la búsqueda. Al llegar, un escalofrío brotó por su espalda, el hospital estaba en ruinas, quizás cuidar de los heridos en aquella ciudad hubiera sido una mejor decisión... ahora no tienen apoyo médico. Desde este lugar siempre se veía las residencias, ya que estos dos edificios están construidos muy cerca, en esta ocasión no era así. Tal como estaba la construcción vecina, únicamente habían escombros, restos de estructura quemada y algunas piezas metálicas. La escopetera quería unirse a la búsqueda, pero el efecto de los analgésicos estaba decayendo, el dolor de su costado era fuerte y de esa forma no sería de gran ayuda, decidió quedarse cuidando a su inconsciente amigo esqueleto y esperar al resto de sus compañeros. El hospital estaba equipado con un sistema de radiación no dañina que ayudaba a curar heridas, parecido a la torreta que usaba la doctora pelirroja en sus tratamientos. Sorprendentemente, esta radiación seguía activa, y se notaba por las mínimas mejoras de estado que tenían los heridos. La pirata se bajó de los brazos del robot, y aunque no podía caminar con normalidad, lograba sentarse. De esta forma se juntó con la pelirroja y la abrazó con fuerza, no podía evitar sentirse culpable al no protegerla esa noche. El mitad vampiro siguió el ejemplo de la chica y descansó en el suelo con la tarotista en brazos, aún seguía inconsciente por la cantidad de magia que tuvo que manejar, empezaba a dudar de su pensamiento optimista al decir que estaría bien. El camaleón llegó poco después de que el pequeño grupo se asentara, y aunque su rostro era parcialmente visible, tenía una expresión derrotista. Sin decir nada pasó al lado de sus amigos y se sentó en el suelo, ninguno preguntó nada pero se imaginaron lo que sucedía. Minutos después el resto del grupo había llegado al hospital, al parecer la ciudad había sido evacuada, los campos de batalla estaban destruidos, el bosque sufrió algunos daño en las zonas allegadas a los edificios y el jardín botánico había sido quemado, fue sorpresivo que el fuego no se extendiera a todo el bosque, el único lugar sin daños era el puerto. Después de todos los esfuerzos aún no había rastro de nadie... dependiendo de cómo se vea puede llegar a ser bueno, no había algún indicio de alguna persona pero eso podría significar que siguen vivos en alguna parte. Sin poder comunicarse, sin energías, sin opciones y sin algún pensamiento positivo... los brawlers descansaron cerca del área del hospital por órdenes de la lider. Muchos no querían, se negaban por obvias razones a sentarse y esperar, sin embargo la pelimorada creía hacer lo correcto, necesitaban pensar con claridad y no entrar en pánico, después de todo, los brawlers no pierden con facilidad...

Brawl Stars: La Reencarnación del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora