5. Caídas y moretones emocionales.

406 23 6
                                    

Yo, drogada de Amor
Él, borracho de Odio

Si ya no existe otro adjetivo, para este amor tan despectivo, dime… ¿qué diablos haces ya conmigo, y qué hago aquí? Porque aún así pides más Déjame ir — [Paty Cantú]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si ya no existe otro adjetivo, para este amor tan
despectivo,
dime… ¿qué diablos haces ya conmigo, y qué hago aquí?
Porque aún así pides más
Déjame ir — [Paty Cantú]

La sensación de miedo y paranoia recorría mi cuerpo como nunca antes lo había hecho, ahora el temor creciente hacía él era fundado al mismo tiempo que me hacía pensar en demasiadas cosas malas que hubiera podido hacerme esa noche en la fiesta. Solté un suspiro tratando de relajarme. Los pasillos estaban infestados por chicos y chicas, reconocía algunas caras por la noche de fiesta en donde los había visto bien acompañados a la vez que pasados de copas, ellos parecieron no reconocerme, cosa que en parte era buena noticia.

Tenía miedo de encontrármelo por los pasillos. ¿Se acordaría de lo que paso? Claro que lo haría. O quizás, solo quizás, la resaca le hubiera hecho olvidar. Pero en sí yo había dado motivos para que recuerde lo que pasó, era martes por la mañana y el día anterior (lunes) no había venido por decisión propia y por la preocupación de mamá. Había pasado todo el fin de semana pensando en cualquier otra cosa para poder olvidar lo que pasó pero aún así mi mente parecía querer recordármelo, la sensación que me traía el recuerdo era similar a la de temor a la vez que placer. ¿Lo había disfrutado? Imposible.

Cuando llegué a mi locker lo abrí para empezar a descargar las cosas que tenía en mi mochila, repentinamente mi mano se topó con dos hojas de papel. Mis ojos leyeron el contenido de ambas hojas y un escalofrió recorrió mi cuerpo, una era mi tarea pero la otra era la tarea que Alfonso me había dado, la hice justo antes de ir a la fiesta. Y justo hoy nos tocaba matemática. Guardé la tarea rápidamente dentro de la mochila, si él me la pedía yo inmediatamente la sacaría y la entregaría, claro está si me tenía que encontrar con Alfonso, me encontraría en lugar a la vista de todos para evitar cualquier acercamiento. Como el me dijo: me da vergüenza que me vean contigo.

—Hola

Escuché que alguien decía atrás de mí, giré un poco sorprendida por el hecho de que alguien me hablara pero mis ojos se toparon con la misma chica que había visto días anteriores en el baño.

—Hola. —saludé extrañada. —¿En qué puedo ayudarte?

Mayormente si las personas me dirigían la palabra era para pedirme cualquier tipo de favor o cosa por el estilo, o simplemente pedirme las anotaciones de historia o ciencias. La muchacha me sonrió de oreja a oreja, como si mis palabras le hubiera causado gracia.

—Bueno... no sé si es un tipo de ayuda. Solo quería preguntarte algo.

Cerré el locker para girarme completamente hacia ella.

—Quería preguntarte si... ¿puedo ser tu amiga?

Casi rompo a reír pero la buena educación me hizo mantenerme en silencio, solo sonreí ligeramente aunque por un poco más la risa me ganaba. Enarqué una ceja para luego poner un gesto de sorpresa ante la pregunta de aquella chica, era extraño que alguien me preguntara eso, al menos eso pensaba.

DULCE & ALFONSO (TRENDY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora