27. Cambios.

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Cuando llegué al instituto no pude evitar sentirme extrañamente sola, aun sabiendo que Ginny no tardaría en llegar

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Cuando llegué al instituto no pude evitar sentirme extrañamente sola, aun sabiendo que Ginny no tardaría en llegar. Al momento de hablar con ella respecto a lo que había sucedido, ni siquiera se había atrevido a juzgarme o algo por el estilo, simplemente se ofreció a apoyarme en lo que yo necesitaba. Pero lo que más me temía era los posibles problemas que tendría con Alfonso.

No habíamos acordado nada, justo como en la primera vez. Él no me había prometido ninguna clase de compromiso o cosa por el estilo, y francamente la idea de que era una tremenda imbécil no dejaba de rondarme la cabeza. Pero como había dicho ayer, en la pequeña conversación que había tenido con mi progenitora, era demasiado tarde para comenzar a arrepentirse.

Ginny llegó unos minutos después. Tratamos de llevar las cosas sin ni siquiera meter a conversación a Charlie o Alfonso, simplemente nos concentramos en otras cosas, pensamos en otras cosas queriéndonos olvidar que tanto su vida como la mía estaban en un constante drama teatral.

Cuando nos encontramos con Charlie el se veía exactamente como todos los días, como si nada hubiera cambiado o una tensión inmensa existiera entre nosotros. Me saludó y habló conmigo normalmente, como el verdadero mejor amigo que era. Eso solo me hizo sentir un poco más miserable.

Nos separamos cuando el primer timbre tocó. Ginny y yo iríamos a la clase de gimnasia mientras que Charlie tenía matemática, acordamos encontrarnos en el almuerzo.

—Parece haberlo tomado bien. —comentó Ginny en voz baja.

—No puedo evitar sentirme culpable. —confesé.

—Hubiera sido peor seguir engañándote a ti misma y engañándolo a él... porque eso hacías... engañarte a ti misma.

Levanté la vista sorprendida un poco por las palabras serias que Ginny decía en ese momento, no estábamos jugando más.

—¿Cómo...?

—Fácil. —relajó los hombros. —Incluso creo que Charlie se daba cuenta... se veía que tú, bueno...

—Ya me imagino. —la interrumpí.

La clase de gimnasia se pasó realmente lenta al igual que la siguiente clase. Mi mente me llevaba a toda clase de lugares menos a lo que era la clase y mucho menos el rollo en que estaba metida. Cuando llegó el almuerzo nos topamos con la sorpresa de que Charlie tenía que presentar un examen a causa de su falta el día anterior por lo que Ginny y yo nos sentamos en la misma mesa de siempre pero solas.

Pude notar que la mayoría de personas no dejaban de lanzarme miradas, las peores ideas se vinieron a mi mente pero si estas fueran ciertas, Ginny se hubiera enterado de cualquier otra forma e inmediatamente me lo hubiera dicho.

Casi me caigo de sorpresa cuando Nancy, la prima de Ginny que tiempo atrás me había dado información sobre lo de la sobredosis, se nos acercó lentamente y con una sonrisa de intriga en el rostro. Esa clase de actitud realmente me dejaba desconcertada considerando que yo parecía encontrarme en una etapa gris.

—Oh por dios, Dulce. —dijo con cierta emoción en la voz. —¿Es cierto?

Me puse inmediatamente en alerta, las mismas ideas terroríficas de las experiencias pasadas no dejaron de empezar a atormentarme.

—¿Cierto que? —pregunté cuidadosamente.

Nancy esbozó una sonrisa de oreja a oreja.

—Que Alfonso rompió con Anahí para estar contigo.

Ginny, al igual que yo, casi nos caemos de espaldas. Pude sentir como el aire parecía faltarme, yo no había escuchado absolutamente nada de una ruptura entre Alfonso y Anahí; si hubiera sido de esa manera la muy puta se me lanzaría encima apenas me encontrara. Aunque era cierto, no la había visto en todo el día al igual que Alfonso.

—Un momento. —intervino Ginny. —¿Alfonso rompió con Anahí?

Nancy asintió con la cabeza.

—Todos han estado comentando eso... al principio creímos que era un rumor falso hasta que Alfonso lo confirmó. Dijo que no pensaba llevar a Anahí al baile de graduación porque nunca se había sentido atraído hacia ella... incluso la llamó puta.

Nancy paró para luego mirar a ambos lados, como cerciorándose inultamente que nadie más estuviera escuchando.

—Alfonso dijo que no se sentía interesado por ninguna chica que fuera... bueno. —retornó sus ojos en mí con cierto desdén. —Que no fueras tú, Dulce.

MENTIRA. MENTIRA. MENTIRA.

Eso es lo que me gritaba mi interior, simplemente no podía creerlo o concebirlo. Alfonso nunca sería capaz de admitir que sentía algo por mí o decir algo por el estilo, él no era la clase de chico... no parecía ser la clase de chico. Ginny me agarró del brazo traspasándome sus propios nervios, si era cierto lo que Nancy decía eso significaba que...

Lo que había parecido ser tranquilidad en la cafetería se rompió cuando Alfonso entró a esta seguido por sus secuaces. Tenía el buzo de natación puesto, por lo que recién había salido de la piscina.

Nancy se levantó de nuestra mesa para escabullirse fácilmente hacia donde se hallaban sus amigos por lo que Ginny y yo nos quedamos completamente indefensas al igual que confundidas.

Alfonso se acercó a la mesa de populares donde Anahí ni sus amigas se encontraban, saludó a unos chicos del equipo de futbol, algunas chicas y sus secuaces se sentaron en aquella mesa mientras que él se quedaba parado.

Sus ojos verdes recorrieron toda la cafetería hasta que finalmente se detuvo en la mesa donde Ginny y yo nos encontrábamos sentadas.

—Oh dios...—dijo Ginny.

Alfonso caminó directamente hacia nosotras con paso lento y llegó a nuestra mesa.

—¿Puedo sentarme con ustedes? —preguntó en una voz normal, casi indiferente.

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Aquí dejando el capítulo de ¿Hoy? 😅

¿Ahora sí se hará oficial esto?
😱

DULCE & ALFONSO (TRENDY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora