Cuando tú llegaste
Capitulo 2: Chico caliente.
—Alexa Villareal—
Detesto saber que hoy empieza mi martirio de ir a una escuela pública, lo único medio bueno es que seguro encuentro algo con que divertirme. Me levanto con toda la pereza que me carcome y me meto a la ducha dejando caer el agua fría sobre mi cuerpo. Duro algunos minutos y luego salgo.
Me coloco mi ropa interior de color azul, busco en mi enorme closet y saco un vestido negro ajustado a mi perfecto cuerpo, me coloco unos zapatos blancos, suelto mi cabello y me aplico un poco de labial. Me miro en el espejo y me veo hermosa como siempre, no tengo necesidad de maquillarme para resaltar lo hermosa que soy. Tomo mis cosas y bajo para poder irme, ni siquiera tengo hambre, así que me iré sin desayunar. Voy en busca de mi coche cuando escucho la voz de papá.
—¿A dónde piensas que vas?
—A buscar mi coche, ¿Acaso estás ciego?
—Yo te llevaré a la escuela, tengo cosas que hablar con la directora de esa escuela.
—Como quieras.
Salimos de la casa en el coche de papá y en todo el camino lo ignoro, no tengo nada de ganas de seguir escuchando sus sermones. Creo que es una buena idea que me lleve, quizás le tenga una sorpresita. Pasa casi una hora cuando llegamos a una escuela de dos pisos, nada comparada con mi anterior escuela.
Nos bajamos del coche y todos posan su mirada en nosotros, los chicos más que todo en mí. Los miro con cara de querer matarlos a todos y seguimos nuestro camino hasta coordinación. Papá me pide que lo espere afuera mientras él habla con la directora, tomo asiento en una silla y saco mi móvil para revisar mis mensajes que tengo cantidades de Sebastián. Creo que hay que hacerlo sufrir un poco más, así que decido ignorarlo.
Tanto esperar a papá me dan ganas de ir al baño, me las arreglo como puedo hasta encontrarlo. Escucho algunos ruidos antes de entrar, bueno, en realidad no son ruidos más que todo son jadeos, así que se me viene a la mente una idea loca y saco mi móvil. Lo pongo en modo de grabación y entro con mucho cuidado grabando a los dos que están a punto de tener sexo.
Suelto una risita mientras grabo la escena y los dos se separan inmediatamente. La chica se arregla la falda y sale metida del baño mientras el chico me mata con la mirada.
—Sonríe, chico caliente. ¿Qué diría la directora o rectora si ven este vídeo?
—Ni se te ocurra mostrar eso, no sabes con quién te estás metiendo—se acerca—. Borra ese video.
Apago mi móvil y lo guardo en mi pequeño bolso.
—¿Me estás amenazando?—me acerco más—. Eres un simple diablo incapaz de hacerme algo.
—No me retes, niña de cara bonita—me da una sonrisa pervertida—. Subes ese video y te las verás conmigo.
—Vete a la mierda.
Doy la vuelta para irme, y habla:
—Con que tú eres la chica que sale en todos los noticieros por tus maravillosas ideas de hacer escándalos.
—¿Y tu eres el pobre diablo que se trae a las chicas a los baños?. Te daría para un motel, pero no tengo efectivo.
—Mira niñita estúpida, conmigo no te metas—me aprieta de los brazos—. Puedo hacer que te corran de esta escuela.
—Te apuesto lo que sea que no—lo empujo—. ¿Probamos?
—Cuando quieras. No te creo capaz de tanto.
—Verás que sí—le guiño un ojo.
Salimos de los baño y todavía mi padre no ha salido. Aprovecho que en los pasillos todavía hay gente y me subo en una mesa que veo. Les chiflo a todos y voltean hacia mí, es un buen comienzo para hacer que me expulsen, después de todo este chico no es tan idiotas. Lo que sí está es guapo, es de ojos verdes, cabello castaño, cejas pobladas, unos labios gruesos que provocan no dejar de besarlos, su piel es blanca, su nariz fileña y es muy alto con un cuerpo bastante bueno. «Está sexy el condenado».
Los chicos de la escuela y profesores se empiezan acercar y el chico caliente que no me le sé el nombre solo me mira atento.
—Ya sé que no saben quién carajos soy, y para que no anden de chismoso yo misma les diré—hablo—. Soy Alexa Villarreal y ese chico caliente que está ahí—lo señalo—, me ha dicho que puede hacer que me expulsen y yo le probaré que no es así, pero hará un reto cuando vea que no me corran de la escuela como dice.
Todos me miran muy atentos y yo les doy una sonrisa sínica. Dejo mi bolso a un lado y me quito el vestido sin pensarlo, todos jadean, incluso, el chico caliente. Los chicos empiezan a chiflar y algunas niña también. Me quito el sostén y con mis manos cubro mis senos, como en todas las escuela que he estado todos empiezan aplaudir con una cara de «qué mierda», pero yo feliz de ser reconocida el primer día y solo por verle la cara al estúpido ese cuando vea que no me expulsaron. Lo miro y le guiño el ojo.
Mi padre y otra señora aparecen al escuchar el escándalo, al verme sobre la mesa casi desnuda, se sorprenden, pero mucho más la vieja que creo que es la directora que mi papá que ya me conoce.
—Señorita Villarreal, se baja de esa mesa ahora mismo.
—¿Por qué si a mis nuevos compañeros le gusta?—le sonrío—. Mejor me quedo aquí.
—Bájate y vístete, Alexa—papá me mira—. ¿Qué carajos pasa contigo?
—Disculpen, traté de impedirlo pero ella se puso como loca y se subió en esa mesa—el chico caliente interviene—. Deberían expulsarla, si no lo hacen el resto de chicas harán lo mismo. Es una mala influencia.
—Creo que a él también deben expulsarlo, lo encontré a punto de tener sexo con una chica en el baño.
—Todos vayan a sus salones—gruñe la directora—. No expulsaré a ninguno, a la próxima lo hago. Santiago, puedes irte a clases y por favor lleva a tu nueva compañera de clase al salón.
—¿Qué?—me mira—. Esta chica no puede ser mi compañera de clases.
—Viste papá, este chico me hace buying, y así quieres dejarme aquí—me hago la ofendida—. Pero lo perdono, ya sabes que soy una buena chica.
Como toda una actriz tomo del brazo a Santiago y le sonrío a papá. Cuando perdemos de vista a mi padre nos soltamos.
—Te salvas porque eres una chica de sociedad, por eso no te expulsaron.
—Cállate que me fastidias, pero antes quiero que me dejes marcar tu nalga con mi plumero, perdiste así que yo no me quedaré sin premio.
—Eres una demente, no haré eso.
—Tengo un vídeo que se vería hermoso en redes sociales.
No podía perder la oportunidad de conocer su trasero, sí que tiene un buen culo el condenado.
—Solo llevas un día y siento que te odio.
—Estamos igual, descerebrado.
Santiago baja su jeans y muestra su nalga, sin pensarlo saco mi plumero y marco su nalga con la frase «chico caliente», y tomo una foto sin que se dé cuenta. Nos vamos al salón donde será mi primera clase y ya todos hablan de lo que había hecho. Me miran como si fuera su ídolo y eso me gusta, así podría hacer lo que me venga en gana en esta escuela.
En toda la clase podía sentir la mirada de Santiago, el chico está guapísimo, pero a leguas se ve que es un pica flor, además, debe ser pobre, aunque viste bien. En la segunda hora no nos tocó juntos la clase, me la pasé toda la clase molestando al profesor hasta que lo hice salir bastante furioso por la preguntas tontas que le hacía, mis compañeros estaban felices por mi llegada y después de todo no ha sido tan mal estar aquí. a
Aún sabiendo que no pertenezco a esto y tarde que temprano regresaré a una escuela de niños rico como yo. Claramente son unos idiota también.—Ashley Lancaster—
![](https://img.wattpad.com/cover/214461710-288-k593822.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]
Teen FictionDos personas opuestas, pueden resultar siendo almas gemelas. Una chica con cara de angel, y corazón de piedra, es la debilidad de cualquier chico. ¿Pero qué pasará cuando para Santiago sea una chica más? Alexia es hermosa, pero no hay nada más traic...