Cuando tú llegaste.
Capítulo 3: ¡Tú serás una de ellas!
—Alexa Villarreal—
Estar muchas horas dentro de un salón, sinceramente no es para mí. Tengo la necesidad de salir corriendo e irme de fiesta, odio estudiar, sé mucho más que todos los de esta escuela. No pertenezco a este lugar y quiero regresar a mi vida de antes. Miro a todos lados, no presto atención gracias a que sé todo lo que está hablando la maestra, estoy mirando mis uñas perfectamente arregladas hasta que alguien habla:
—Linda manera de llegar a la escuela—me giro a mirar al chico—. Soy Maicol.
—Has dado de qué hablar y solo llevas unas cuantas horas aquí, me caes bien—sonríe—. Yo soy Cristian y ella Naileth.
—Eres mi ídolo—la chica me sonríe—. Pensé que te darían de baja de la escuela.
Los miro de pies a cabeza y me doy cuenta que son muy guapos y parecen ser chicos igual que yo, la chica parece ser un poco más calmada, pero es de esas que se dejan llevar y por primera vez siento que no los odio, así que les doy una sonrisa.
—No seas pendeja, era obvio que no me expulsarían. Pero lo harán el día que yo así lo quiera.
—¡Esta chica me cae bien!—chilla Maicol.
—Ustedes son parecidos a mí, aunque obvio soy mejor que ustedes, y a decir verdad me caen bien si no los hubiese mandado a volar.
—Se callan o se salen de mi clase—la maestra nos mira—. Alexa, acabas de llegar y tienes la escuela revolucionada.
—Me puedo salir, estoy segura que sé más que usted—levanto una ceja—. Y no es mi culpa que esta escuela se revolucione con nada.
Se escucharon la risa de todos y la maestra los mira con cara de querer matarlos y voltea a verme a mí.
—¡Te sales de mi clase y te vas a donde la rectora ya!
No esperaba esas reacción.
—Mire vieja estúpida, a mí no me grite y si me salgo es porque estoy aburrida en esta clase tan boba.
—Si ella se sale de la clase, nosotros también—la voz de Cristian nos hace mirarlo.
Me cruzo de brazos y le doy una sonrisa a la maestra, me salgo de clase y todos los demás hacen lo mismo dejando a la maestra furiosa. Soltamos una carcajada y cada quien hace lo que quiere, yo obviamente no me voy a coordinación y me voy a la salida de la escuela con estos chicos que parece ser serán mis amigos. Quiero irme a casa, pero no tengo en qué irme hasta que veo el coche de mi amigo entrar al parqueadero dejando a todos boquiabierta.
—Guao, que nave—suelta Naileth.
—Joder, el mejor coche que he visto— murmura Maicol—. Se le nota el dinero hasta por lo poros.
—Me han dado ganas de pasarle un vidrio a ese coche—Cristian nos sonríe—. ¿Lo hacemos?
—Lo haríamos, pero es amigo. Ni se les ocurra hacerlo.
Camino hacia él y me le tiro encima llenándolo de besos, hasta que muerdo su hombro, siempre le hago eso. Veo como nos mira Santiago y por ver qué cara pone beso a Sebastián rodeando mis manos en su cuello y él no duda en corresponder como de costumbre. Nos separamos y le doy una sonrisa, mis nuevos compañeros nos miran atentos.
—¿Y eso?—me sonríe.
—Sabes que siempre hago lo que me da la gana, pedazo de idiota.
—Bueno eso sí—mira detrás de mí—. ¿Y ellos quiénes son?
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Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]
Novela JuvenilDos personas opuestas, pueden resultar siendo almas gemelas. Una chica con cara de angel, y corazón de piedra, es la debilidad de cualquier chico. ¿Pero qué pasará cuando para Santiago sea una chica más? Alexia es hermosa, pero no hay nada más traic...