14. ¿Te gusta más que yo?

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Cuando tú llegaste

Capítulo 14: ¿Te gusta más que yo?

—Alexa Villareal—

¿Que si las cagué?, pues tengo que aceptar que sí. Por una vez en mi vida acepto que me dejé llevar por la rabia, pero es que mis papás no tienen derecho a obligarme a ir a ese viaje. Pagué los platos rotos con Santiago que no tenía nada que ver por los arrebatos de mis papás y sé que esta vez no me va buscar por la forma en que lo corrí de mi casa.

Camino de un lado a otro en mi habitación, mientras paso las manos por mi cabello alborotado. No ha salido de mi mente cada caricia que trazó por mi cuerpo Santiago, es una sensación extraña, siento que estar alejada de él no me hace bien, pero tampoco quiero verme flexible ante él por ir a buscarlo. Me dejo caer en mi cama y doy un grito de frustración, sinceramente no sé lo que siento por Santiago.

—Ya estás bien loca—la voz de Sebastián me hace reaccionar—. Estás vuelta un desastre.

En otra ocasión me le hubiese tirado encima y lo besaría, pero no tengo ganas de nada.

—Me hacía falta verte—toco a un lado para que se siente—. Me siento súper mal.

—¿Es por Santiago?—me interroga—. ¿Algo pasa entre ustedes?

—Digamos que sí. Somos amigos con derechos, pero creo que me gusta y hoy lo terminé tratando mal.

—Siempre pagas tu rabia con otros, Alexa—me sonríe—. A ver ¿por qué lo has tratado mal esta vez?

Le empecé a contar todo a Sebastián, somos amigos hace años y sé que no dirá nada.

—En fin, terminé gritándole que se largara y él lo hizo, se fue furioso.

—Efectivamente te gusta. Vez por él, Ale, solo mírate, hablas de él y tus ojitos brillan, pareces una tonta.

—¿Será buena idea ir a buscarlo? no debe estar muy contento. Y no parezco tonta hablando de él, pero tú sí cuando hablas de Naileth.

—Sí, porque me gusta y no lo niego.

—¿Te gusta más que yo?

—Con ella no he estado a punto de hacer el amor—susurra—. No quiero a otra chica más que a ti, Alexa.

—Eso me gusta—lo abrazo—. Te quiero, Sebastián.

—Esto sí es un milagro—suelta una risita—. Pero te quiero más. Ahora tienes que ir por tu chico.

—No es mi chico, bobo, solo somos amigos de esos que se besan, como nosotros.

—Es más que eso, y lo sabes. Te has acostado con él—me guiñe el ojo.

Pongo los ojos en blanco y no digo nada. Tomo mi móvil y le marco a Santiago, pero no me contenta. Mi querido amigo Sebastián me termina por convencer que vaya a buscarlo, así que me cambio de ropa y Sebastián me lleva en su auto, también quiere ver a Naileth que llegó de su viaje. En el camino me cuenta que la quiere hacer su novia oficialmente, al parecer le gusta en serio, pero claro, tenemos que hacer nuestra despedida, no sabemos qué haremos, pero ya habrá tiempo para pensar. Llegamos a la casa de Santiago y lo que veo en la puerta no me agrada para nada: María tiene de las manos a Santiago y se ven muy cómodos hablando. No pienso irme sin antes habar con él, me bajo del auto junto con Sebastián.

—Santiago—lo saluda Sebastián y él parece sorprendido—. ¿Está Naileth?

—Sí, está en la sala, pueden entrar—me mira y dice—: yo haré algunas cosas.

Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora