39. Mi prima está embarazada

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Cuando tú llegaste

Capítulo 39: Mi prima está embarazada

—Alexa Villareal

Definitivamente nadie se esperaba lo de mi embarazo, y aunque papá me dio un sermón, terminé por convencerlo que sería abuelo, mamá tomó todo con calma, como me lo esperaba, y mis amigos a pesar que se sorprendieron se pusieron muy felices por la noticia que le habíamos dado días atrás antes venirnos a New York. Las clases de la universidad empezarán en algunos días, papá me ha comprado un apartamento hermoso, gracias a Dios amueblado y así no me tocó comprar nada.

Viviría junto con Santiago como habíamos quedado antes de venirnos, Sebastián y Naileth viven muy cerca de aquí, pues claramente no podemos estar lejos. Maicol y Cristian ya están en Argentina, pero quedamos en vernos cuando regresáramos a nuestro país, igual que con las chicas que en poco tiempo se volvieron importante para mí, Katia y Romina son una buenas chicas y por eso me cayeron bien desde la primera vez que las conocí.

He estrenado cada rincón del apartamento junto con Santiago, no perdíamos oportunidad en ningún momento. Sabemos que lo que se viene no será fácil, pero aún así estamos juntos y dispuestos a luchar por nuestro amor y nuestro bebé que crece día a día en mi vientre. Nuestra relación no es perfecta, pero sí hay amor, tenemos diferencias, pero aprenderemos a controlarnos y hablar cuando algo no está bien. Y aunque me cuesta todavía un poco, sé que es mejor hablar las cosas con calma.

Estoy sentada viendo un programa de risa, mientras Santiago acariciaba levemente mi vientre que ya está un poco abultado. Siento su mano bajar más de lo necesario, hasta tocar los encajes de mis bragas y rozar mi sexo por encima de la fina tela.

—Santiago, no hagas eso—le pido, sintiendo cómo hace a un lado mis grabas y pasea su dedos—. Santiago la muchacha está en la cocina y puede venir.

—Amor, sabes que ella no vendrá porque sabe que estamos los dos aquí y siempre pasa algo—introduce su dedo en mi interior—. Solo esta vez y ya.

Nunca soy inmune a lo que me hace Santiago, y esta vez no era la excepción. Mueve sus dedos con total tranquilidad, mientras yo me retuerzo en el sofá por lo que me está haciendo. Como de costumbre, no tardé en llegarme, pero con más ganas, así que terminamos haciéndolo hasta decir no más. Claramente con cuidado, porque ya no somos dos, ahora somos tres y hay que tener cuidado, lo menos que queremos es lastimar a nuestro pequeño bebé.

(.…)

He invitado a Sebastián y a Naileth a comer, para celebrar que empezaríamos una nueva vida donde pondríamos a prueba nuestras capacidades, pero sobre todo poner en práctica lo que aprendimos durante los meses anteriores. Donde reímos, lloramos, y sobre todo aprendimos entre dolor y tristeza, pero hoy sabemos que todo eso valió la pena, a pesar que muchos nos dijeron «no vales nada» o, «si no cambias de actitud te quedarás sola», y muchas cosas como esas que en ese momento nos hizo pensar que era cierto, pero hoy solo me confirman que gracias a eso decidimos ser quienes somos sin tener que arrepentirnos o decir «este no era mi camino».

Me estoy dando el ultimo retoque de maquillaje, cuando siento que unos fuertes brazos me toman de la cintura y me giran para ver esos bonitos ojos que siempre me han gustado, Santiago tiene una sonrisa que solo lo hace verse más guapo de lo que ya está con sus jeans negros, su suéter color mostaza, sus zapatos blancos y su cabello alborotado como siempre lo carga. «Tengo  que controlarme o terminaremos en la cama». Yo llevo un vestido color crema, hasta mis tobillos, con unas zapatillas bajas y mi cabello en una coleta alta.

—Te ves preciosa—besa la punta de mi nariz, y después la comisura de mis labios.

—No mientas, ya me comienzo a ver gorda—hago un puchero.

Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora