Cuando tú llegaste
Capítulo 33: El preservativo.
—Alexa Villarreal—
No soy el tipo de chica sentimental que suele llorar por todo, pero ver que Santiago lloraba porque nos tenemos que separar por un tiempo para ir a estudiar, removió algo en mí y que no pude aguantar mis lágrimas. Nunca me había sentido tan bien con una persona, ambos iremos detrás de nuestros sueños, pero lo que más nos duele es que todo será distinto.
Quisiera decir que me inscribiré en la universidad de Argentina, pero eso no es lo que quiero, porque siempre dije que iría a la Universidad Columbia, y eso es lo que haré. El amor si es verdadero espera, y esta será nuestra prueba de fuego, donde sabremos si de verdad nos amamos como siempre nos decimos.
Suena extraño que yo haya aceptado ser su prometida, pero es eso o perderlo y sencillamente no pretendo dejarlo, a menos que él me deje de amar. Estoy acostada en el piso junto con Sebastián, hablando de nuestra ida porque ambos iríamos a la misma Universidad. Santiago y Naileth ya se han ido, tienen algunas cosas que hacer. Estar con Sebastián siempre me ha gastado, siento que es el único que me entiende y no me juzga.
—Debo decirte algo, Alexa—me mira preocupado—. Ayer me enteré que voy hacer papá.
—¡Qué!—Me levanto de golpe—. ¿Cómo que serás papá?
—¡Mentiras!—Suelta una escandalosa carcajada—. Debiste ver tu cara.
—Imbécil, esos no son juegos—lo empujo—. Te odio.
Intento levantarme y lo evita colocándose encima de mi cuerpo y colocando mis manos sobre mi cabeza.
—Tú me odias y yo te amo—sonríe—. Te amo.
—Yo también te amo, Sebastián, y quiero tener sexo salvaje contigo en este momento.
—Tus deseos son órdenes.
Nos miramos a la cara y soltando una carcajada, jamás tendríamos sexo, somos amigos. Se levanta y me ayuda dejándome frente a él.
—Nos escucha alguien y creerá que estamos traicionando a los chicos.
—No creo, desde niños somos amigos, nadie pensará eso, además, no hemos pasado de besos—me abraza—. Eres como mi hermanita.
—Te recuerdo que ayer me hiciste tener un orgasmo delicioso, y eso no lo hacen los hermanos.
—No me recuerdes eso, Alexa, estábamos borrachos.
—Demasiado borrachos, esa fiesta fue todo un caos.
—Sí que lo fue—reímos.
—Salgamos hoy, hace tiempo que no salimos los dos, o bueno, en esta ocasión sería con mi primo Sthen, porque no lo dejaré solo.
—Me parece una grandiosa idea, vayamos a las piscina esas donde íbamos escondidos.
—Eres una genio. Ponte tu mejor bikini mientras llamo a Sthen para pasar por él.
Me levanto y saco de una de mis gavetas un bikini de dos piezas de color amarillo, me doy una rápida ducha y me lo coloco, para después colocarme encima un vestido. Salgo con Sebastián directo a su casa para recoger a Sthen, tardamos unos minutos y cuando llegamos está él con una pantaloneta negra, camisilla blanca y zapatos. «está más bueno que un caldo». Se sube al auto y nos saluda, debo decir que Sthen tiene lo suyo y si no estuviera en una relación con Santiago, ya hubiese tenido sexo muy salvaje con él desde la fiesta. Llegamos a la enorme finca donde son las piscinas y pasamos escondidos como siempre, porque es propiedad privada. Esto es demasiado grande y solo hay dos guardia, aparte, nadie vive aquí hace años.
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Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]
Ficção AdolescenteDos personas opuestas, pueden resultar siendo almas gemelas. Una chica con cara de angel, y corazón de piedra, es la debilidad de cualquier chico. ¿Pero qué pasará cuando para Santiago sea una chica más? Alexia es hermosa, pero no hay nada más traic...