Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]

12. Haré una excepción por ti.

Cuando tú llegaste

Capítulo 12: Haré una excepción por ti.

—Santiago Rojas—

No entiendo por qué tengo que ponerme mal por lo que diga Alexa, si ella me dejó en claro que lo de nosotros no es nada serio. Me da coraje que a ella le dé vergüenza estar conmigo delante de la gente, ¿entonces para qué me hizo pasar como su novio?. No puedo dejar que me afecte lo que me diga, tengo que ser como siempre he sido, que no le doy importancia a las chicas, si quieren tener algo conmigo tienen que saber que solo es sexo, no busco una relación. O al menos eso pensaban antes de conocer a Alexa.

Camino de un lado a otro en mi habitación y me doy cuenta que la he dejado sola por mucho tiempo, salgo con el suéter en la mano y cuando miro por todos lados Alexa no está, seguro se ha ido. No iré a buscarla, aunque me esté muriendo por ir detrás de ella, y sé que fui yo quien la dejó sola por un buen rato, pero fue por su culpa.

Me regreso a mi habitación y me tiro en la cama. Vienen imágenes a mi cabeza de las veces que he estado con Alexa, esta vez fue diferente, ella no se comportó como de costumbre, a pesar que se fue y seguro está furiosa. Es que esta chica rompe con cualquiera límite, incluso, a mí me saca de mis casillas, y eso es lo que me gusta.

Es extraño, por lo general termino teniendo sexo con las chicas con las cuales no he tenido nada serio, pero con Alexa no ha pasado nada de eso, ella siempre evade eso, igual no tengo prisa con ella, y más porque sé que es virgen. No lo demuestra y tampoco se lo digo. Pasan las horas y yo sigo pensando en Alexa hasta que el sueño se apodera de mí.

(…….)

Han pasado dos días y no he sabido de Alexa, no la he buscado y como lo supuse ella tampoco me buscaría. Estoy listo para irme a la escuela, no pienso ponerme nada de lo que me compró mi querida rebelde, me visto con ropa que tengo en mi closet. Llevo un suéter blanco con rayas amarillas, unos jeans negros y zapatos del mismo color.

Tomo mis cosas y salgo de la casa, me toca irme solo, Naileth no ha regresado de su viaje. Salgo y empiezo a caminar, la escuela está a unas cuadras. «todo por dejar la motocicleta en la escuela». Voy con mis audífonos cuando siento que alguien me los quita y veo que es Maicol y Cristian.

—Andas muy perdido—habla Maicol con una risita—. ¿Y Naileth?

—Está de viaje con mi tía—lo miro a los dos—. Ustedes tienen una cara de estar tomando.

—Era de esperarse, estuvimos en una fiesta hasta muy tarde, habían unas chicas súper lindas—comenta Cristian—. Te fuimos a buscar y tu casa estaba cerrada.

—Estuve ocupado. Ustedes no pierden el tiempo—los molesto—. Se pasan.

Seguimos nuestro camino sin dejar de hablar, en serio que mis amigos no pierden el tiempo, no hay día que no se tiren una chica nueva. Llegamos a la escuela y lo primero que veo es a Alexa bajarse de su auto, los chicos se van hacia ella y yo pienso hacer lo mismo, pero María se me tira encima, quiero evitarla, y me doy cuenta que Alexa nos está mirando. La tomo de la cintura y le doy un apasionado beso, termino de besarla, pero Alexa no nos está mirando, ya está concentrada hablando y riendo con los chicos que la tienen abrazada y ella los aparta. «costumbre de ella».

—Los chicos del equipo de fútbol hicieron una fiesta, ¿por qué no fuiste si tus amigos sí fueron?—me reclama y se cruza de brazos.

—Estaba ocupado, María, por eso no fui—hago el intento de sonreír—. Nos vemos luego, hay que ir a clase.

—Entonces vamos juntos—me toma el brazo y empezamos a caminar.

Llegamos al salón y María se sienta en las sillas de adelante y yo en las de atrás junto con los chicos y Alexa que está en el medio de ellos, no me mira, es como si yo no estuviera cerca de ella. La clase transcurre normal, minutos después entra la directora a dar una información.