Cuando Tú Llegaste
Capítulo 16: Quiero hacer algo
—Alexa Villarreal—
No sé cómo a mis papás se les ocurre buscar un huelo que salga a las seis de la mañana, pero lo peor no es eso, sino que hay que estar dos horas antes. Siento que me voy a dormir aquí en esta silla. No dormí nada por estar pensando en lo que pasó hace dos días con Santiago, aunque que trato de no pensar en eso, es imposible. Quiero correr e ir a buscarlo, pero siento que si hago eso se acostumbrará. No hice nada malo, solo fui sincera en el momento que era, no me gusta ser hipócrita como la mayoría de la personas.
Soy de la que cuando va a viajar quiere irse lo mejor posible vestida, pero esta vez me puse lo primero que vi que fue un vestido largo de rayas negra con blanco, sandalias y me hice un moño con algunos mechones afuera. Nadie me verá en el avión, así que está bien.
Mis papás están sentados a dos sillas de las mías pendiente a sus móviles como lo hacen siempre, mientras yo estoy leyendo una revista que compré para no aburrirme más de lo que ya estoy. Escuchamos que ya están llamando, el avión sale en quince minutos, nos levantamos para irnos, ya las maletas se las han llevado como de costumbre en los aeropuertos.
—¿En serio te piensas ir sin mí?
Mi corazón esta a punto de salirse por escuchar esa voz, sentía mis piernas temblar. Me giro sobre mis pies y ahí está él, con una bonita sonrisa y una maleta en sus manos. Da dos pasos hacia mí, yo no soy capaz de reaccionar.
—Viniste—susurré—. Pensé que no vendrías.
—¿Y perderme la dicha de estar contigo?—muestras sus dientes en una diminuta sonrisa—. Quita esa cara, parece que hubieses visto un fantasma.
—Chicos, nos va a dejar el vuelo, ya después pueden hablar—papá se acerca—. Habrá tiempo para todo.
Entrelazo nuestras manos y nos vamos para subir al avión, no pensé que me vendría a buscar después de lo que pasó entre nosotros. Me gusta que vaya a estar conmigo. Tardamos un montón en llegar a Miami, pensé que nos quedaríamos en un hotel y no fue así. Mis papás alquilaron una casa para quedarnos por unos días, pero no sé cuanto. Mi madre nos dio una habitación para los dos, a pesar que habían muchas. «Por fin hace algo bueno».
La habitación es súper grande, hay una cama tipo matrimonial, un televisor pantalla plana y muchas cosas que no me voy a poner a revisar. No sé qué decir, después de aquella discusión algo en mí ha cambiado. Mi orgullo siempre me gana la batalla.
—Alexa—volteo a verlo—. Ven, siéntate aquí—toca un espacio de la cama.
Camino hasta la cama y tomo asiento a su lado, estoy un poco nerviosa.
—¿Qué pasa?—lo digo—. ¿Vas a salir con lo mismo de aquella vez?
—Quería disculparme por la forma en la que me comporté aquella vez—toma mis manos—. No te lo dije por molestar, te quiero de verdad, Alexa.
—Y no me molesta que me quieras, es que siento que a veces quieres que sea alguien que no soy—muerdo mi labio—. Estoy muy confundida, no sé qué siento por ti.
—Te ves hermosa cuando te pones nerviosa—sonríe—. Intentémoslo, ¿sí?, nada perdemos. Si vemos que no funciona seguimos como hasta hora.
Ok, tener una relación con Santiago significaba cambiar todo, pero no podía ser tan malo tampoco, si él me quiere ¿por qué no darle una oportunidad ¿Por qué no dejar mis miedos y mis prejuicios atrás por amor?
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Cuando tú llegaste. © #1 [✔️]
Teen FictionDos personas opuestas, pueden resultar siendo almas gemelas. Una chica con cara de angel, y corazón de piedra, es la debilidad de cualquier chico. ¿Pero qué pasará cuando para Santiago sea una chica más? Alexia es hermosa, pero no hay nada más traic...