《No Me Dejes》 Rubegetta

《UNO》

Estaba junto a mangel mi mejor amigo viendo que se ponia para su gran cita con lolito.

-No tio estos pantalones son una mierda me veo ridiculo-dijo Mangel cuando se vio en el espejo.
-Mangel porque no solo te pones lo mismo de siempre en total Lolo asi te quiere-le digo arecostandome en mi cama.
-lo se pero quiero verme bien-dijo haciendo un puchero
-vale porque no te pones la camisa negra con los pantalones verde-dije mientras me acomodaba más en mi cama.

Mangel solo se llevo la ropa y se metio al baño, en unos 5 minutos salio y se fue a ver en el espejo

-wa esta ropa si que me mola -dijo al fin poniendo una sonrisa en su cara
-Mangel no se te vaya a olvidar tomar tu pildora-solo se me quedo viendo en el reflejo del espejo sin decirme nada-mangel no me digas que quieres que te marque-voltio a verme para luego asentir.

Como mola ver a que tu amigo al fin esta enamorado de alguien aunque no me agrada que este enamora del psicopata del pueblo.

-Mangel y a que horas tienes la cita.
- a las 8:00-dijo voltiando para ver la hora-ostia tio ya son 7:30 y aun tengo que llegar a mi casa
-venga pues ya es hora de irte‐dije levantandome de la cama.

Mangel y yo bajamos las escaleras para llegar a la entrada de la primera planta

-Bueno Rubius gracias
-venga pues Mangel cuidado con los zoombies más que todo

Solo se dio la vuelta yo me sentia triste ya que hace poco descubri que sentia algo hacia Mangel pero cuando tuve el valor para decirselo ya era tarde ya estaba intentando salir con Lolito y aun que fueramos omegas tuve la esperanza de estar con el

Cerre la puerta y me fui al sotano de mi casa para arreglar los cofres ya que estaban un asco, estaba tan aburrido que solo arregle como 9 cofres, subi las escaleras para la segunda planta y me puse a jugar con Coringa.

Sono el timble de mí casa y me pregunte ¿quien sera a a esta hora? Ya que era la 1 de la madrugada, bajé las escaleras y note por el vidrio que era Vegetta. Abrí la puerta y sin mirarlo lo saludé

-hombre vegetta que haces aca por estas horas
-ayúdame por favor no puedo más- voltie a ver a Vegetta ya que sonaba cansado, cuando estaba a punto de responder con que le ayudara callo en mis brazos, no sabía como reaccionar, no entendia lo que le había pasado a Vegetta.

Lo cargué cómo pude ya que pesaba un huevo, lo coloqué en el sofá y me puse a observar si tenía heridas y no me equivocaba tenía una que ostras era gigante, lo cure le puse una camisa mía y me aleje para no despertarlo.

Al cabo de dos horas despertó y bajé de inmediato a la primera planta ya que lo escuché gritar.

Se me quedo viendo y confundido me pregunto que quien era.