《CATORCE 》

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Salió una lágrima de mis ojos, me han dicho que soy un alfa pero no me siento como uno, dicen que los alfas no lloran pero miren me a mi...

— no tengo ganas de hablar ahora Rubius- dije secandome la lágrima que se me escapó.
— vamos Vegetta, no le contaré a nadie, solo dime que piensas, que te ocurre.
— solo prométeme que no sentirás lástima por mi- este me miro algo confuso pero asintió- tal vez sea algo tonto pero no entiendo porque me pasa esto a mi, no me gusta no recordar nada, cuando todos saben quien soy pero yo... yo... siquiera se mi nombre, apenas se que soy el maravilloso Vegetta, un héroe de Karmaland un alfa de respetar- porque pero de verdad pienso que la vida me odia, no puedo evitar apartar la mirada de Rubius.

— Vegetta mírame por favor- este me obligo a verle- no se que decirte ya que soy un simple omega, me han criado para obedecer a los alfas pero mírame al final me convertí en un héroe de karmaland también, tal vez no recuerdes nada pero te prometo no apartarme de ti, te ayudaré a recordar todo- al final me dio una sonrisa, una de las más hermosas y no pude evitar sonrisa también- Vegetta me dejas abrazarte.

—claro porque no- nos acercamos y nos  dimos un fuerte abrazo que logró haceme sentir bien conmigo mismo otra vez más- gracias por estar conmigo, por favor no me dejes nunca- este solo me abrazo más fuerte.

Al poco tiempo me entró sueño y caí dormido en brazos de Rubius.

Rubius:

Vegetta dejó de hablar y cuando me aparté de él, note que tenía sus ojos cerrados y estaba plenamente dormido, me separé de él lentamente para no despertarlo como ya se me hacía costumbre.

Estaba en la sala y note que coringa estaba acostado en el sofá y juan Carlos segundo a la par se ven tan tranquilos y quien pensara que al inició no se soportaban. Salí de la casa y me puse a ver la hermosa luna que me brindan los dioses.

— dioses por favor ayuden a Vegetta y les juro que iré a misa todos los domingos, pero ayuden a Vegetta- no creo que los dioses me escuchen pero que pierdo intentando.

Ya no tenía nada que hacer así que volví a la cama junto a Vegetta y me dormí.

Vegetta:

Me levanté antes que Rubius ya que el seguía dormido es como un  niño dormido hasta tarde, bajé a la primera planta y me puse a jugar con coringa quien ya estaba despierto.

— hola coringa- era más que obvio que no me respondería pero que importa- como estas, bien o al menos eso espero yo estoy hecho un manojo de nervios- dije sacando una sonrisa.

Deje de lado a coringa y me puse a ver bien la casa que estaba algo desordena , no se como el puede vivir este chaval así , me puse arreglar algunas cosas y mover otras que no estaban simétricas.

— Vege pero que haces- escuché una voz detrás mía y era obvio de quien es- ¿qué haces tan temprano despierto?
—pues ahora yo te digo, si consideras temprano las once- este saco una carcajada que también me contagió.
— pues Vegetta deja lo que estás haciendo, vete a bañar y luego comeremos antes de ir al pueblo y a tu casa.

Le sonríe y hice lo que me pidió, me bañe y cuando baje ya estaba lista la comida, este día are todo para recuperar mis recuerdos.

 《No Me Dejes》 RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora