《DIECIOCHO 》

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Mangel:

Lolito introdujo dos dedos en mi boca para poder lubricar los.

— Lolito date prisa- dije rogando por más, llevamos al rededor de 15 minutos  y en esos 15 minutos solo a estado jugando con mi miembro y pecho, sacandome del más leve gemido hasta el más fuerte.

Sentí como introducía dos dedos dentro de mi, me besó y acto seguido metió en tercero, se siente tan bien...

— Mi niña que te parece si  cambiamos postura- asentí pero justo empezaron a tocar el timbre- solo hay que ignorarlo así que date la vuelta - volvieron a tocar y a tocar.

— Lolito anda a ver quien es- este me miro.
— Iré a ver pero juro que si es por una tontería les reviento lo que se llama casa- se levantó y se puso una bata.

Me sentía impaciente ya que al fin íbamos a tener relaciones después de la cita, creo que fui muy apresurado pero como puedo evitarlo si con tan solo una mirada me derrite y el aroma que suelta no es más que delicioso.

Ya estaba tardando un poco así que decide bajar, me puse la bata y acto seguido bajé hacia la puerta. Me quedé a mitad de las escaleras ya que no escuchaba nada.

— ¿Lolito me puedes decir quien era?- nadie me contestó- ¿Lolito?- termine de bajar y sentí un piquete por mi cuello- Loli..._ caí de repente, sentí que todo me  daba vueltas y se me iba poniendo borrosa la vista, hasta que solo miraba oscuridad...

Lolito:

(Minutos antes)

Jod*r pero quien cojon*s es a esta hora, tengo que admitir que esta temprano pero es hora de almorzar, nadie está en la calle a esta hora.

Termine de bajar las gradas y me dirige hacia la puerta, pregunte antes de abrir que ¿quien cojon*s es? No recibí respuesta alguna entonces abri pero no  había nadie, revise pero tampoco; si algún día me encuentro al tonton que nos interrumpió le corto la put* cabeza.

Cerré la puerta y caminé hacia la habitación me empezó a picar un poco el cuello pero no le di importancia, subí la primera grada luego la segunda hasta que no sentí mis piernas y sentí nublada la vista, intenté gritar Mangel pero escuché pasos intenté voltear pero solo sentí que tapaban mi boca, no tenía fuerzas ni podía hablar solo pude cerrar los ojos por toda la oscuridad que veía.

Me desperté con dolor de cabeza y mareado al levantarme me costó ya que caía cada vez que lo intentaba.

Con cuidado subí las gradas y mientras le gritó a Mangel que me ayude, pero no encuentro respuesta alguna. Me empezó a alarmar, me dolían las piernas pero por estar al laissimo de el puedo soportarlo.

Entro a la habitación y no hay nadie, ya no siento ni su dulce aroma a chocolate , busco como loco alguna pista de donde puede estar pero no encuentro nada. Ya ni me importa mi dolor de cabeza ni nada solo necesito buscar a Mangel, bajo otra vez a la entrada y veo un papel en el piso lo agarro me quede de piedra no otra vez el papel decía con amor la hermandad oscura,  salí corriendo donde la casa del alcalde por que si no me ayuda yo mismo tomaré cartas en el asunto.

Obviamente antes de salir me cambié rápidamente ya que aún andaba en bata, fui a casa de Auron ya que ai se debe encontrar Luzu como siempre... Esquivó algunas torretas y abro a la fuerza esa puerta y como me esperaba ai estaba Luzu junto a Rubius y Auron.

— donde coño está mi niña- dije gritando me percaté que en ese instante Rubius volteó la mirada como culpandose y Auron gritándome, aunque no le presté atención- Donde está Mangel- se que no saben pero necesito ayuda ya que la última vez que  luche con ellos yo solo no salió tan  bien.

 《No Me Dejes》 RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora