《VEINTIOCHO》

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Rubius

La conversación con nieves me ayudó a pensar mejor las cosas, ahora solo necesito ir a casa y empacar todo para buscar a Vegetta y Mangel.

Camine por las vías del tren pero sentí como alguien me observaba y aparte de eso escuchaba ruidos a lo lejos, no creo que sea nada por eso no me detengo, pero no tengo un buen presentimiento...

Luzu

— no pueden se más silenciosos- dije enojado ya que estos tíos no son nada serios.
— perdón- dijeron ambos al mismo tiempo.

Seguimos a Rubius hasta su casa y nos escondimos en la parte trasera de su casa. Solo mirábamos como se cambiaba de ropa a una mucho más oscura y ponía cosas dentro de su mochila.

— chicos no me puedo ir- dijo Fargan a la cual le respondí con una mirada seria- no me mires así Luzu, pero es que chaval el no hace nada interesante.
— solo es un rato más para que cambiemos de turno hasta que algunos ya no sospechen de el- dije mirando a Lolito al final.
— mira mía no fue la idea de seguirle por más que sospechara así que no me mires así.

Joder tío no se puede con este par...

Rubius

Bien casi todo listo solo falta la mochila que no encuentra la que siempre ocupo, creo que tendré que usar otra... En fin ya es hora de irme ya se esta haciendo tarde espero que Vegetita este bien.

Vegetta

Escuchar la manija la puerta me aterroriza pero a la vez me da esperanza a que sea comida o alguien que nos rescate se que suena tonto por se yo un alfa pero como hacer si no recuerdo nada...

— pero bueno, que tal están muertos de hambre? - dijo el de la hermandad, pero ninguno de los dos respondió- por lo que veo no responderán, por mi no hay problema pero yo que quería escuchar sus hermosas voces- dijo riendo; como no tolero a este tipo- pero en fin solo venia a darle algo de comer ya que tampoco queríamos matarlos de hambre.

Se fue sin más que decir pero nos alegraba ya que no lo toleramos aún que eso creo que ya lo dije... En fin algo de comer, no será como la comida que daba Rubius pero me alegra tener algo en el estómago; iba a dar mi primer bocado cuando Mangel me gritó.

— ¡No te comas eso! - le mire confundido al cual respondió- no crees que podría tener algún veneno- dijo algo asustado.
— no se si contiene algo pero yo tengo hambre- dije y le di el primer bocado, a al cual Mangel me miraba algo nervioso- tranquilo chaval, si muero, moriré feliz por haber comido- dijo casi riéndome pero al ver a Mangel logré notar que lloraba- Mangel que tienes- dije mirándole y agarrando su mano la cual estaba fría, me miro y pude ver que de hecho si estaba llorando.
— por Dios Vegetta como te puedes tomar tu vida en juego, yo no quiero morir en manos de ellos y tu solo te ríes , solo te ríes, solo te ríes, quiero irme a casa- dijo abrazándose así mismo, creo que me pasa con lo que dije.
— perdón Mangel no debí hablar del tema así como si no importara, no llores vale, pronto saldremos de aquí- dije y pude ver una pequeña sonrisa en el rostro de Mangel.
— sabes aveces pienso que pasaste mucho con Rubius, se te oye igual que el o soy yo que extraño a mi amigo- le dediqué una sonrisa a la cual me devolvió, ya éramos dos que extrañamos a ese oso...

 《No Me Dejes》 RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora