《TREINTA Y DOS 》

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Vegetta

—okay espero salga todo bien, Mangel ayúdame a poner las dos camas juntas a la pared- este me asintió y con un poco de fuerza de ambos le dimos vuelta- cubrirnos ahora- dije y se escuchó el boom.

Rubius

Tire una mina que hizo que detonaron las que dijo Vegetta... boom, boom, boom se escuchaba y se escuchaba; empeze a preocuparme de que fueran mucho y aigan salido heridos.

— Vegetta todo bien? - dije pero ninguna respuesta- Vegetta responde.
—Estoy aquí chiqui- dijo y pude respirar de nuevo pero aún no cómodamente.

Ate una cuerda al árbol más cercano y la baje hacia el cráter que había provocado.

— subid por la cuerda pero con cuidado, no se vayan a lastimar.

Pude verles a lo lejos escalando con cuidado, se tardaron no más de 3 o 2 minutos se podía notar de lejos que son unos héroes de karmaland.

Le di la mano primero a Mangel, al cual abraze con fuerza pero al ver a Vegetta no pude moverme solo salían mis lágrimas.

— Mi Rubius- dijo y corrió a abrazarme- te extrañé tanto, gracias por rescatarme - no me salían palabras solo lágrimas de felicidad, de felicidad...
— hay que hermoso pero tenemos que quitarnos las esposas e irnos , no estamos seguros acá- dijo Mangel- pero donde iremos.
— Vamos a mi casa estaremos seguros hasta que les informe a los demás- dije y nos fuimos a la ya antes mencionada.

Mientras caminábamos me contaron como los trataban, hubo un momento en el que me enfureció a morir: como era posible que se atrevieran a lastimar a Vegetta.

— Tranquilo Rubius que puedo oler tus feromonas- dijo Vegetta- estoy aquí.
— Lo siento, me altere de más- dije ya casi llegamos.

Llegamos y lo primero que hicieron fue irse a bañar y ponerse ropa limpia.
— Bien ahora que están cambiados, hay que avisarle a los demás que están bien- asintieron y tomé una radio que teníamos pero que no utilizábamos mucho- estoy poniendo la frecuencia indicada pero no hay señal...
— Tal vez lo mejor será ir mañana nosotros mismos- dijo Mangel- ademán ya oscureció por completo.

Fargan

— Bien Willy, ahora que hacemos si Rubius va de sapo y les dice nuestras identidades- dije preocupado, esto se había salido de nuestras manos.
— No lo hará, recuerda que tenemos a su querido Vegetta con nosotros- dijo Willy pero no me convencía eso.
— chicos apresurarse- grito Lolito.
— Ya no hay marcha atrás- dijo y camino más rápido.

Este plan terminará mal.

Rubius

— Y porqué no van a dormir, están cansados por tanta cosa- dije mientras ellos terminan de comer.
— tranquilo chiqui- dijo y me regaló una de sus hermosas sonrisas.
— Me gusta ese apodo nunca me lo habías dicho- dije y le devolví la sonrisa.
— Me están dando ganas de vomitar de lo cursis que son- dijo Mangel riendo.

Pero esa risa no duró ya que todos escuchamos unos ruidos extraños.

— Rubius verdad que Coringa no esta afuera- dijo Mangel, negué con la cabeza- esto no es bueno.
— Y si son los de la hermandad- dije asustado, no quiero que todo esto se vuelva a repetir.
— Tranquilo Rubius, esta vez yo te protejo.

Agarre a Mangel y Vegetta de las manos y nos fuimos al segundo piso ya que ai tenía la mayoría de armas.

— Solo seguirme...

 《No Me Dejes》 RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora